La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, y la directora general de Comercio, Artesanía y Consumo, Maribel Sáez, han enviado una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España y al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 en la que exigen la “retirada inmediata” de la campaña ‘Los mercados se mueren’ que ha lanzado la ONGD Justicia Alimentaria con el apoyo de estos ministerios.
“Es absolutamente inadmisible que el gobierno de España permita esta campaña de desprestigio y agresión injustificable hacia nuestros mercados municipales, que son un referente en calidad y en gestión en todo el mundo” ha indicado Montes, que también lamenta que “lejos de protegerlos, los perjudica gravemente, poniendo en peligro el puesto de trabajo del medio millón de personas que están ocupadas en los mercados municipales de toda España”.
La campaña, con el lema ‘Los mercados se mueren’, tiene el objetivo, según explica la entidad en su web, de instar a la transformación de los mercados municipales para garantizar el acceso a una alimentación saludable, local y con un precio justo.
No obstante, esta acción publicitaria que se ha difundido por varias ciudades de España con diferentes imágenes de alimentos podridos, entre ellos una naranja podrida, cuestión que también ha levantado el malestar del gobierno valenciano, cámaras autonómicas y asociaciones agrarias que han expresado su disconformidad con el producto elegido al considerar que “el tratamiento de esta imagen es una manipulación que desprestigia a la naranja y, con ella, la oferta de los mercados valencianos.”
En este sentido, explican que “para la Comunitat Valenciana la naranja es una seña de identidad, equiparable a muchos símbolos de suma importancia para los valencianos, como puede serlo el plátano para Canarias o el marisco para Galicia”. Por todo ello, exigen “una rectificación pública y la inmediata retirada de la campaña”, que ya ha empezado a difundirse por Barcelona.
Igualmente, Maribel Sáez, ha asegurado que “el discurso de esta campaña es interesado, incierto y desleal acerca del futuro de los mercados y pone en riesgo un sector que necesita de toda nuestra ayuda para seguir trabajando en la excelencia.”
En la misiva enviada a los dos ministerios el gobierno valenciano también ha destacado que en la Comunitat Valenciana hay 149 mercados, con 4.244 paradas que generan un empleo directo de 10.600 personas, de las cuales el 65 % son mujeres.
El aparato del Partido Popular se suma para exigir su retirada
Con una perfecta sincronización, los distintos responsables políticos del Partido Popular se han unido a la reclamación de la consellera Montes. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, por iniciativa propia en el transcurso de unas declaraciones, se ha solidarizado con los mercados de abastos de España y ha criticado la “falta de sensibilidad” de esta publicidad.
Asimismo, ha pedido su retirada inmediata y ha afeado que aparezca la imagen de un producto vinculado a la Comunitat. “Como de costumbre, siempre una naranja, un limón, siempre algo de mi tierra pudriéndose”.
En la misma línea se ha expresado su partido y el síndic del PP en Les Corts, Miguel Barrachina, quien ha reclamado quitar esta “penosa campaña” publicitaria al considerar que supone “menospreciar” a un “verdadero icono” de la agricultura y la economía valenciana.
Catalá: “Es inadecuada e intolerable”
Por su parte, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha calificado de “inadecuada” e “intolerable” esta campaña, ya que “los mercados municipales y de abastos son un motor económico a potenciar y no a denigrar”. Por ello, ha instado al Gobierno a paralizar la campaña y retirarla de las ciudades en las que esté instalada, como ha hecho Mercados Tradicionales de Abastos de España.
En este sentido, la alcaldesa ha añadido que además “la imagen elegida para la campaña, una naranja podrida, es totalmente desafortunada porque ataca a un sector, el citrícola que lo que necesita es su potenciación, no mostrar su producto en las peores condiciones”.
Asimismo ha apuntado que “las instituciones públicas deben de velar para dar visibilidad a un área no se ataque a otras, que es precisamente lo que ha sucedido en esta ocasión sino más bien al contrario, atacar el trabajo de mercados, mercados de abastos y agricultores, que trabajan duro a diario. Esta es una campaña que no favorece precisamente el consumo de sus productos”.
“Desde el ayuntamiento de Valencia trabajamos para potenciar nuestros mercados municipales y nuestra agricultura tradicional y no vamos a permitir que se tire por tierra su esfuerzo de esos mercados en que se vende un producto fresco de calidad y se pelea cada día por levantar la persiana. Una vez más estamos a su lado cuando han visto una campaña publicitaria en su contra de la que ni siquiera les han preguntado”, ha apuntado la alcaldesa.
La queja de agricultores y Cámaras de Comercio
También las Cámaras de la Comunitat solicitan a la organización ecologista Justicia Alimentaria que elimine su campaña, argumentando que daña “seriamente” la imagen de uno de los productos más representativos de la economía valenciana.
Recuerdan además con cifras, que España es el sexto mayor productor de cítricos del mundo. En la última campaña de 2023 España ha cosechado 5,7 millones de toneladas de cítricos, de los cuales 3 millones de toneladas se han destinado a la exportación, lo que supone un valor superior a los 3.500 millones de euros.
Añaden en su comunicado que la Comunitat no sólo es la primera región española exportadora de frutas, (con un 36 por ciento de las exportaciones españolas) sino que las naranjas exportadas suponen el 80 por ciento de todas las exportadas por España. La exportación valenciana de naranjas en 2023 alcanzó los 2.151 millones de euros, siendo Europa su principal mercado, con Alemania como primer destino de las exportaciones.
Por su parte, desde agrupaciones agrarias como La Unió Llauradora y Ramadera, también han lamentado el uso de este producto, pese que en la respuesta cruzada en redes sociales, la ONGD ha respondido a todas las críticas, aunque de modo distinto dado que mientras a las organizaciones agrarias les pedía que la imagen no desvirtuara el sentido social último de la campaña, en clave política, la entidad se refería a los comentarios desde el gobierno valenciano de “censura del PP de Valencia” a la par que reiteraba su “compromiso con la defensa de la agricultura local”.
