El actor cordobés Fernando Tejero celebra en 2023 veinticinco años de trayectoria artística, y ha llegado a Cullera para recibir el K-lidoscopi d’Or durante la ceremonia de clausura del festival. “Siempre es un placer apoyar los certámenes que dan visibilidad al trabajo de los cortometrajistas, porque esa es una de las escuelas más importantes para intérpretes y realizadores”.
En su encuentro con la prensa, el ganador del premio Goya ha recordado como, hace exactamente dos décadas, su vida y su carrera dieron un vuelco en cuestión de pocos días. “La misma semana se estrenaron el primer episodio de Aquí no hay quien viva y Días de fútbol, que fue una de las películas más taquilleras del año. De repente, pasé a ser un desconocido a que todo el mundo me parara por la calle”.
Con la fama llegaron los papeles protagonistas, pero también los secundarios emblemáticos. “Siempre he estado nominado al Goya como actor de reparto, y lo cierto es que interpretar a estos personajes resulta, muchas veces, más difícil que hacer un protagonista porque su arco dramático no es tan amplio”.
Desde esa perspectiva llegaron algunos de sus trabajos más aclamados, como la reciente Modelo 77, donde dejaba claro su excelente dominio del registro dramático: “Es verdad que debo mucho a la comedia, pero yo ante todo me considero un actor capaz de afrontar cualquier desafío, ya sea con un director novel o con alguien de mucho más renombre”.
Dentro de este último grupo de cineastas, Tejero puede presumir de haber trabajado a las órdenes de autores del calibre de Fernando León de Aranoa, Pablo Berger, Álex de la Iglesia, Rodrigo Sorogoyen o Alberto Rodríguez.
