La secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Paula Añó, ha trasladado el compromiso de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte para “abrir conversaciones con el Arzobispado de Valencia, con el fin de impulsar la restauración del patrimonio eclesiástico valenciano, tras años de abandono por parte del ‘Consell del Botànic’”.
Paula Añó ha realizado estas declaraciones tras su visita a la Basílica de la Virgen de los Desamparados de València para valorar ‘in situ’ el estado de los frescos de Antonio Palomino, en la que ha estado acompañada por la directora general de Cultura, Pilar Tébar; el canónigo conservador del Patrimonio Artístico de la Catedral de València, José Verdeguer; el rector de la Basílica, Juan Melchor Seguí y Gemma Contreras, directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración.
La secretaria autonómica ha resaltado que para la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte la conservación del patrimonio eclesiástico, y en concreto de la Basílica de los Desamparados, “es una prioridad”, tanto por su valor artístico y patrimonial como por su significado como símbolo arraigado a la cultura valenciana.
En el caso de la Basílica, la secretaria autonómica ha podido comprobar el estado actual de los frescos que cubren la cúpula y ha manifestado a las autoridades eclesiásticas “el compromiso de la Generalitat con el seguimiento del estado de las pinturas y la voluntad de colaborar con todas las medidas que sean necesarias para garantizar su protección”.
Por su parte, Pilar Tébar, directora general de Patrimonio Cultural ha indicado que comienza una nueva etapa de colaboración por parte de la Conselleria y se va a realizar un seguimiento continuo para evaluar junto al rectorado de la Iglesia la evolución de los daños y así como su restauración.
Cabe recordar que los frescos fueron restaurados en unos trabajos que se desarrollaron entre 1998 y 2004, promovidas por la Fundación para la Rehabilitación de la Basílica, integrada por la Generalitat, el Ayuntamiento de València, el Arzobispado, la Cofradía de la Virgen de los Desamparados, la Universitat de València (UV) y la Universitat Politècnica de València (UPV).
Sin embargo, desde entonces, según han denunciado algunas entidades culturales como la Societat Valenciana d’Història de l’Art y el Círculo por la Defensa del Patrimonio, debido a las humedades causadas por las filtraciones a través de la cubierta y por la eliminación en el proyecto de la cubierta de tejas del alero de la cúpula, se ha ido produciendo una degradación de los frescos.
En este sentido, los últimos episodios de lluvia han agravado el estado en algunos puntos de las pinturas de la cúpula, que podrían hacer peligrar su correcta conservación, según han denunciado.
Valor de los frescos
Los frescos que cubren la cúpula de la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados de València fueron pintados en 1701 por Antonio Palomino, pintor de cámara de Carlos II.
En ellos se representa la Gloria con la Santísima Trinidad y la Virgen intercesora de los hombres ante la Trinidad, suplicando por los desamparados, con coros de ángeles y vírgenes. En torno a este grupo, los Apóstoles; en el lado opuesto a la Virgen, los familiares encabezados por San José y San Juan bautista, con un total de 75 personajes identificables además de los coros de ángeles.
La Secretaria Autonómica y la Directora General de Patrimonio también ha visitado la Catedral para poder analizar la situación actual e iniciar una nueva etapa de colaboración.
