El Defensor del Pueblo está investigando a varias ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, entre ellas València, por el retraso que se está produciendo en la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), según ha avanzado El País. De hecho, la ley de cambio climático establece que las 151 ciudades de más de 50.000 habitantes deberían contar desde el pasado 1 de enero con una de estas áreas, pero por ahora tan solo están implantadas en 14, mientras que otras 120 localidades se encuentran en trámite.
Las actuaciones abiertas por el Defensor del Pueblo siguen dos criterios: el primero, por el número de personas afectadas por la contaminación y el nivel de retraso en la tramitación en los municipios de más de 50.000 habitantes. El segundo, por aquellos municipios en los que “se han revertido o van a revertirse los pasos dados para la adopción de las ZBE, de lo cual la institución tiene conocimiento a través de los medios de comunicación, basados en las declaraciones formuladas por los órganos representativos del municipio, por los órganos competentes en materia de medio ambiente, representantes políticos o por otros análogos”.
Este mismo jueves el concejal de Movilidad y Seguridad, Jesús Carbonell, ha confirmado que el Defensor del Pueblo les ha requerido una serie de preguntas, en las que el Ayuntamiento ha confirmado que “va a cumplir con la normativa, por tanto no hay ningún problema”. En este sentido ha defendido que los informes técnicos para aplicar esta iniciativa están “muchos más avanzados que en el resto de España. Somos de los más avanzados”.
El informe dictamina que no se superan los límites
De hecho, el concejal de Movilidad ha avanzado que ya cuenta con las conclusiones del estudio “Evaluación de la calidad del aire de la aglomeración de Valencia. Proyecto ZBE”, elaborado por la empresa Suez Air Quality & Climate, y determinan que “ninguna zona supera el límite de la normativa de contaminación”. “No es necesario aplicar sacrificios relevantes asociados a la normativa de ZBE en la ciudad, ya que no se superan los umbrales estipulados por la norma”, ha señalado.
El concejal ha explicado que, como la legislación contempla que todos los municipios de más de 50.000 habitantes deben elaborar una ordenanza, se hará la regulación correspondiente para la ciudad, cumpliendo con la normativa estatal y europea pero “en el caso de València, es una buena noticia que no se va a necesitar aplicar medidas restrictivas de calado”.
Carbonell ha resaltado que el informe analiza, además, la tendencia de los últimos 5 años, desde 2028 hasta 2022, donde se aprecia “una reducción de los niveles de los distintos contaminantes en las estaciones de aglomeración”. Estas estaciones medidoras, que pertenecen a la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica (RVVCCA) se encuentran en la Avenida de Francia, en el Bulevar Sur a la altura del cementerio municipal, en la Avenida Pío Baroja, la calle Filipinas, en el Camino de Vera, los Jardines Municipales de Viveros y en la Plaza del Ayuntamiento.
Cabe recordar que el gobierno municipal de PP y Vox aprobó recientemente un moción para para impulsar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) con cámaras y limitaciones solo cuando se superen los umbrales de contaminación desoyendo así los estudios de la Universitat Política de València (UPV) que aconsejan aplicar restricciones en varios barrios de la ciudad, ya que “el 49% de las mediciones realizadas superan los limites fijados de calidad del aire”.
El PSPV pide “transparencia”
La portavoz socialista, Sandra Gómez, ha exigido a la alcaldesa de València, María José Catalá, que rectifique sus “políticas negacionistas y se ponga a trabajar sobre una zona de bajas emisiones (ZBE) real”. “Es preocupante que Catalá apueste por la contaminación, imponiendo el coche sobre el transporte público tal y como está sucediendo en la calle Colón, la calle de La Paz y la Plaza del Ayuntamiento”, ha denunciado.
Del mismo modo, Gómez ha exigido a Catalá “transparencia”: “Queremos saber qué se le ha solicitado y que información está trasladando el gobierno de PP y VOX al Defensor del Pueblo”. “En una cuestión tan importante como es la calidad del aire que respiramos y sus consecuencias para la salud de la ciudadanía, Catalá no puede seguir apostando por una política de contaminación”, ha afirmado y ha advertido que este requerimiento “llega a las puertas de que València se convierta en Capital Verde Europea”.
Gómez ha denunciado que se están “acumulando los mensajes negativos en torno a nuestra ciudad por culpa de las actuaciones que están devolviendo todo el protagonismo al coche sobre el transporte público y las personas”. Así, ha exigido a Catalá que “rectifique porque no hace más que desprestigiar València con unas actuaciones altamente contaminantes”.
Compromís pide un pleno extraordinario sobre contaminación
Por otra parte, la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, junto a los concejales Giuseppe Grezzi y Sergio Campillo, ha pedido la convocatoria de un pleno extraordinario para tratar “el aumento del tráfico y la contaminación en València”. “Es nuestra responsabilidad convocar este pleno extraordinario para pedir explicaciones a la Sra. Catalá que está promoviendo un modelo de ciudad gris, aumentando el tráfico y la contaminación, y está poniendo en peligro la salud de las personas. Frente a esto, Compromís proponemos avanzar en el modelo de ciudad que nos ha llevado a ser un referente europeo. Nos estamos jugando el prestigio de nuestra ciudad y la calidad de vida”.
“Queremos que Catalá responda a si quiere ser la alcaldesa de una ciudad en la que la gente pueda vivir en verano, más verde, saludable y con un transporte público que dé respuesta a las necesidades de los barrios, o por el contrario sólo quiere hacer más autopistas como en Pérez Galdós o más coches como en la calle Colón” ha manifestado Robles, que también ha asegurado que Catalá “está obsesionada por eliminar todos los avances que ha puesto en marcha el gobierno de Joan Ribó“.
Sobre la Zona de Bajas Emisiones, Grezzi ha asegurado que “la inutilidad del gobierno de Catalá vuelve a quedar de manifiesto con esta investigación del Defensor del Pueblo. València con la ZBE tiene un mandato de Europa para proteger la salud de la gente, y el gobierno ultra de PPVox lo está violando, dejando en mal lugar el buen nombre de nuestra ciudad. Por eso hemos pedido un pleno extraordinario para evitar el desastre”.
El orden del día de este pleno extraordinario plantea tres mociones, como ha explicado la portavoz de Compromís: “por la recuperación del espacio público y contra la reversión de todas las peatonalizaciones que está expresando de forma reiterada Catalá, una moción por la mejora del transporte público y contra el aumento del tráfico que está anunciado en el centro de la ciudad y un plan de choque destinado a rebajar las altas temperaturas que está sufriendo nuestra ciudad“
