La Diputación de Valencia amplía su colaboración con Asindown para impulsar su proyecto ‘Vida adulta y envejecimiento activo y rebelde’ mediante el cual se lleva a cabo un sistema de seguimiento de las personas adultas mayores con síndrome de Down con programas de prevención, mantenimiento e intervención específico en su centro especializado.
Así, a través del área de Bienestar e Inlcusión Social que dirige la diputada Imma González, la corporación provincial destinará en 2024 una partida de 50.000 euros para impulsar este programa debido a que el síndrome de Down conlleva un envejecimiento prematuro y un alto riesgo de demencias, como el Alzheimer, a partir de los 35 años, según ha informado la institución provincial.
Concretamente, se realizan evaluaciones periódicas en áreas afectadas por el envejecimiento para identificar en qué momento se encuentra el usuario; asimismo, se pretende frenar el incremento de la dependencia mediante terapias y programas y se promueven hábitos de vida saludable y la autonomía personal.
La diputada González ha apuntado que a través de esta subvención, la Diputación de Valencia refuerza su colaboración con Asindown, que realiza un trabajo “esencial” para promover el bienestar físico, cognitivo y emocional de las personas adultas con síndrome de Down”.
La asociación trata de prevenir posibles pérdidas y deterioro cognitivo asociado al proceso de hacerse mayor a través del programa ‘ACTIVA-T’, servicio especializado de referencia sobre envejecimiento activo, positivo y saludable para personas con síndrome de Down y sus familias. La atención, la memoria y la orientación son las principales áreas en las que trabajan los profesionales de Asindown de manera práctica y funcional; Asimismo, se busca activar y desarrollar su inteligencia emocional.
‘La mare que va’
La corporación provincial colabora también con el proyecto ‘La Mare que va’ impulsado por la Fundación Asindown. Se trata de un centro para la formación en hostelería y turismo de personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual, ubicado en La Marina de Valencia. El proyecto se plantea desde una doble vertiente.
Por un lado, ofrecer a personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual una formación de calidad en hostelería y turismo, encaminada a la posterior inserción laboral del alumnado en ambos sectores.
Al mismo tiempo el espacio se ha concebido como un lugar de dinamización empresarial, cultural y social a través de la celebración de eventos de todo tipo, permitiendo al alumnado ser parte de la organización y el desarrollo de dichos actos, para así poner en práctica lo que van aprendiendo durante su formación.
