El túnel de Pérez Galdós y Giorgeta tiene los días contados. La futura remodelación y renaturalización de la avenida incluirá finalmente la supresión del túnel que atraviesa está artería de la ciudad y lo convertirá en un deposito para tormentas, tal y como contemplaba el proyecto del anterior gobierno municipal y habían exigido los vecinos y vecinas de la zona en varias protestas para acabar con los altos niveles de contaminación acústica y atmosférica.
Así lo ha anunciado el concejal de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell, en la rueda de prensa para presentar los resultados del estudio de movilidad que realiza una simulación y análisis de tráfico con el objeto de evaluar la repercusión en el tráfico motorizado de las distintas opciones de planta viaria tanto en la avenida como en las calles adyacentes mediante el modelo AIMSUN.
En este sentido, el proyecto final contempla dejar dos carriles para tráfico en superficie y uno segregado para taxi/bus por sentido, y la implementación de un carril bici unidireccionales de 1,5 metros de ancho en cada sentido de circulación. También propone tres líneas de arbolado, aceras más amplias de 3,6 metros y un jardín verde no transitable en la mediana de 2 metros. “Lo que nosotros planteamos es mantener mismo número de carriles de vehículo privado actual y la eliminación del túnel, que es la principal reivindicación del vecindario, y mejorar su vida. Y todo ello sin perjudicar el tráfico del resto de la ciudad” ha manifestado el titular de Movilidad.
Del mismo modo, se eliminará el giro a la izquierda hacia la calle Linares, lo que provocará que los vehículos en dirección a la A3 circulen por Tres Forques y la calle Enguera, que verá incrementada su intensidad y tráfico, al igual que la Gran Vía de Fernando el Católico, Angel Guimerá o Ausias March, pero “sin alcanzar niveles preocupantes, ya que estas vías son capaces de absorberlo”.
Así pues, el concejal de Movilidad asegura que el nuevo proyecto “cumple con los requisitos para mantener los 10 millones de ayudas de la UE, y que se podría acabar en plazo, a pesar del retraso acumulado por el anterior gobierno que ponía en peligro la pérdida de la subvención”. Ahora el equipo ganador del concurso de ideas convocado por el anterior gobierno municipal deberá redactar el proyecto con estos nuevos requisitos para que esté listo antes de junio de 2025, cuando termina el plazo de la Unión Europea.
“Colapso de tráfico”
“Este proyecto nos permite cumplir con las bases y memoria enviada a Europa, eliminar el paso inferior y generar permeabilidad e intersecciones en superficie y conectar los barrios. Es una solución técnicamente viable para llevar a cabo en esta actuación” ha explicado la directora de Movilidad del Ayuntamiento, Elena Ayllón, que también ha evidenciado los “inconvenientes” para el tráfico que tendría seguir con el proyecto impulsado por el gobierno del Rialto de un carril para vehículo privado y otro de bus porque “hubiera congestionado el tráfico en la avenida durante todo el día”.
Según ha explicado, la jefa de servicio, Cruz López, el estudio del tráfico recuerda que la opción prevista por el anterior gobierno municipal (1 carril para vehículo privado + 1 carril para bus segregado eliminando el paso inferior) provocaría que “la ciudad colapsase”, ya que el tráfico en Peréz Galdós disminuiría un 26%, pero este se reconduciría a otras vías y provocaría “un colapso del tráfico” tanto en esta vía como en las colindantes como la de Fernando el Católico, que se convertiría en el itinerario alternativo, y aumentaría un 14% el paso de vehículos, mientras que en Ángel Guimerá subiría un 13,2%.
Igualmente, el tiempo para recorrer los dos kilómetros de longitud llegarían hasta los 10 minutos en sentido Giorgeta y 7 hacia Pechina, es decir, se duplicaría el tiempo para cruzar esta artería, además de aumentar el consumo de combustible que podría llegar a los 0,73 litros. Mientras que el proyecto actual estima en 4 minutos los tiempos de recorrido y en 0,42 el consumo de combustible. Además, llevaría a la supresión del giro hacia la calle Linares lo que modificaría los itinerarios, dejándose de utilizar la avenida Pérez Galdós-Giorgeta para dirigirse hacia la A-3 desde el lado este de la ciudad.
“Una autopista urbana”
Por su parte, el concejal de Compromís, Giuseppe Grezzi, ha criticado que la futura planta viaria “mantiene exactamente la misma estructura de carriles que existe en la actualidad”, cuatro para tráfico privado, dos segregados para EMT/taxi, y dos carriles bici unidireccionales (uno por sentido), con la única concesión del cierre del túnel, y que “cuyo tráfico y humos, como han explicado los técnicos de movilidad municipales, se trasladará integralmente a la superficie”.
“Nos encontramos ante una nueva estafa a la ciudadanía perpetrada por el Maria José Català. Frente a la posibilidad única de reducir notablemente el tráfico de paso en el centro de la ciudad y realizar una actuación ejemplar como la que estaba prevista que naturalizaría Pérez Galdós, el PP anuncia que va a utilizar la reforma para subir todo el tráfico, toda la contaminación ambiental y acústica, y todas las molestias, a la superficie”, apunta el concejal Giuseppe Grezzi.
Y lo justifican, añande Grezzi, “con un cálculo de efectos de la modificación prevista según el cual en el futuro debía mantenerse todo el tráfico existente, algo que no habría pasado en ningún caso, pues como sucedió con los cambios en el centro de València , la pacificación significó la desaparición del paso de 18.000 vehículos entre Colón, Poeta Querol y San Vicente. En Pérez Galdós habría sucedido lo mismo, pero es tremendo que, con todas las ciudades transformándose para adaptarse a las nuevas circunstancias del cambio climático, este gobierno negacionista, quiera seguir manteniendo estas autopistas urbanas propias de una ciudad tercermundista”.
Por otro lado, la concejala del PSPV-PSOE, María Pérez, ha celebrado que el PP vaya a eliminar el túnel aunque ha tildado el proyecto de “insuficiente“: “Perdemos de nuevo una oportunidad de seguir transformando València y poder reducir la contaminación de la ciudad. Las políticas de movilidad europea buscan ganar espacio para los peatones y aquí en València vamos en dirección contraria”.
“El proyecto que nos presenta hoy el Partido Popular castiga a los vecinos y vecinas, ya que recorta un espacio peatonal respecto al proyecto inicial Arrels, que estaba encima de la mesa. Además este proyecto no reduce el tráfico privado, que era uno de los requisitos del proyecto europeo y una de los prioridades para los vecinos y vecinas de la zona” ha manifestado la dirigente socialista.
