Los hosteleros de la ciudad de València han alertado este lunes de la “incomodidad” e “incertidumbre” que está viviendo el sector de cara a “las negativas previsiones del próximo trimestre del año”. En este sentido han advertido que la subida de los costes energéticos, de materias primas y la inflación que se sitúa en el 10,8% hacen “muy difícil” la viabilidad del más del 48% de los locales de la ciudad.
Es por ello que desde Hostelería Valencia, la Federación empresarial de Hostelería de València, han solicitado al Ejecutivo central y al gobierno valenciano que “apliquen medidas como rebajas en las tarifas energéticas de los locales de hostelería para afrontar esta subida imparable de costes”, así como que tengan en cuenta la situación que atraviesa el sector.
Del mismo modo, han solicitado una reunión con el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, para exponer y analizar la “delicada situación” de la hostelería y “poder abordar soluciones acorde al contexto que se enfrenta el sector”.
Según explican, las medidas que se tomaron como estrategia de contención ante la inflación como la subida de los precios en las cartas, “no ha sido suficiente para paliar este incremento constante de costes” y “los márgenes son cada vez más reducidos”. “Para las empresas del sector de la restauración los gastos han supuesto un aumento del 50% respecto al del nivel general, tal y como muestran los últimos datos del IPC” manifiestan los hosteleros valencianos.
“Muchos locales se han visto obligados a tener que replantearse el cierre de establecimientos a causa de las elevadas cifras de las facturas que han tenido que afrontar a final de mes. Estudios de economistas especializados en el sector señalan un alto porcentaje de cierres, algunas de las tesis llegando hasta un 75% de locales que bajarían la persiana” señalan.
Sector tractor de la economía
En este sentido, aseguran que a esta situación de costes hay que añadir que “el capital familiar disponible cada vez es menor y por tanto, se esperan meses con un descenso notable de los clientes, ya que la economía en las familias al verse resentida, de aquello de lo que prescindirá en primer lugar será del consumo de restauración y ocio”.
Igualmente explican que las campañas de Semana Santa y de verano han permitio sobrevivir a muchas empresas porque “el consumo se vio motivado por las etapas vacacionales”, pero que “el contexto empeora y nos adentramos en una coyuntura aún más perjudicial para la continuidad de los negocios de hostelería”
“Debemos tener presente que cabe salvaguardar nuestro patrimonio gastronómico. Desde que empezó la pandemia estamos en el punto de mira de los gobiernos y hay que decir basta ya, somos un sector tractor de la economía que no se puede diluir como un azucarillo en el café. Son muchos años de esfuerzo de muchas familias para mantener este tejido empresarial que es tan importante para el turismo” concluyen.