Juzgan a dos hombres que presuntamente tenían en su poder y pretendían vender una granada de mortero, sin espoleta, pero con carga explosiva en su interior, aunque en estado deficiente de conservación.
La Fiscalía sostiene que uno de ellos la guardaba en su chalé de Llíria y en un momento dado se la entregó al otro, que la ocultó en un trastero de su domicilio de Burjassot y había puesto un anuncio para venderla en una red social.
En este último lugar la intervino la Policía Nacional el 29 de septiembre de 2021. La Fiscalía solicita ahora para ambos acusados una pena de seis años de cárcel por un delito de depósito de armas de guerra.
