KFC ha reabierto su establecimiento en la localidad valenciana de Alfafar después de más de cinco meses de cierre a causa de los daños provocados por la dana.
Tras una reforma integral y la reincorporación progresiva de su equipo, el restaurante retoma su actividad para seguir ofreciendo su servicio a todos los habitantes de la zona.
KFC Alfafar, ubicado en la calle Alcalde José Puertes, 28, presenta ahora unas instalaciones completamente renovadas. Con una amplia superficie de dos plantas, se ha llevado a cabo una reforma total del local, especialmente en la planta baja, la zona más afectada por el temporal.
El nuevo diseño incluye una «distribución optimizada» de los quioscos digitales, una cocina completamente reacondicionada y espacios modernizados, todo ello con el objetivo de ofrecer una experiencia mejorada a sus clientes, destaca la entidad en un comunicado.
Mantenimiento de todo su personal
El restaurante, que antes del cierre contaba con un equipo de 28 empleados, mantendrá a todo su personal original, que se irá reincorporando de forma progresiva.
«Estamos enormemente orgullosos de todo el equipo de nuestro restaurante en Alfafar, especialmente de quienes, gracias a nuestras instalaciones de dos plantas, ofrecieron su apoyo no solo a nuestros clientes, sino también a la comunidad local, ayudándoles a pasar aquella noche de emergencia a salvo. Reabrir un restaurante tan especial para todos es una enorme satisfacción. Un hito que ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de nuestro equipo, nuestros proveedores y la marca. Nos llena de ilusión ver cómo la actividad vuelve poco a poco a la zona comercial, y nos emociona poder volver a ser uno de los motores económicos de Valencia», expresa Manuel Zamudio, Co-Founder y CEO de Chariots Investments.
Base operativa de la UME
Desde el inicio de la emergencia, KFC mostró un firme compromiso con la localidad, implementando diversas iniciativas de apoyo tanto a la comunidad como a sus empleados. Durante los momentos más críticos, el restaurante KFC de Alfafar desempeñó un «papel clave» al habilitar su segunda planta como base operativa para la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los bomberos, facilitando la coordinación de las labores de rescate en las zonas más afectadas.
Además, en respuesta a los devastadores efectos del desastre, la marca reforzó su apoyo colaborando estrechamente con organizaciones como World Central Kitchen para la distribución de alimentos a los afectados, mientras activaba acciones solidarias internas para brindar apoyo directo a sus empleados.