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domingo, noviembre 16, 2025

Las cifras que explican la DANA de Valencia de 2024

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El episodio concentró precipitaciones extraordinarias en las cabeceras de barrancos: en Turís se recogieron 771 litros por metro cuadrado en 24 horas y 187 en una sola hora, un récord histórico en España
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Las inundaciones causadas por la DANA del 29 de octubre de 2024 devastaron gran parte de la provincia de Valencia y dejaron un balance que dimensionó la tragedia.

El episodio concentró precipitaciones extraordinarias en las cabeceras de barrancos. En Turís se recogieron 771 litros por metro cuadrado en 24 horas y 187 en una sola hora. Este fue un récord histórico en España. Lo ocurrido desató crecidas relámpago en ramblas como la del Poyo. Su caudal alcanzó 2.409 metros cúbicos por segundo.

La combinación de intensidad y rapidez explicó el alcance de los daños.

Víctimas y alcance humano

En las inundaciones murieron 229 personas, entre ellas la bebé nonata de una mujer embarazada de ocho meses, y tres personas siguieron desaparecidas.

La cifra podría elevarse a 231 si se reconociera a dos ancianas de una residencia de Paiporta que fallecieron en el hospital. Además, en los trabajos de limpieza murieron dos trabajadores.

Hubo 2.641 heridos y 117.000 personas recibieron atención médica; en total, se calculó que 303.295 resultaron afectadas de forma directa o indirecta.

En la zona cero, más de 80.000 sufrirían trastorno de estrés postraumático, una secuela que prolongó la necesidad de apoyo psicosocial. También aumentó la demanda de acompañamiento a las familias.

Quince municipios los más dañados

Quince municipios fueron los más dañados y se denominaron ‘zona cero’, con ejemplos como Paiporta, Catarroja o Aldaia, cada uno con más de 20.000 afectados.

Se trató de áreas de gran densidad de población —2.098 habitantes por kilómetro cuadrado frente a los 250 de la ciudad de València—. Estas áreas concentran el 10 % de los habitantes de la provincia. Además, tienen una alta densidad empresarial —29,7 empresas por kilómetro cuadrado—.

Esa concentración potenció el número de damnificados y la afectación del tejido productivo. El impacto laboral alcanzó a 274.883 personas trabajadoras, lo que evidenció la paralización de la actividad en los sectores más expuestos.

Daños, territorio e infraestructuras

Los daños materiales se cifraron en 17.800 millones de euros. A estos el Consell consideró necesario sumar 12.000 millones para reponer lo perdido. Además, se mejorarían infraestructuras y adaptaría el modelo territorial. Esto elevó la factura a 29.000 millones.

Resultaron afectados 66.000 locales comerciales y 15.969 viviendas. De estas, 1.530 fueron declaradas inhabitables. También se afectaron 115 centros educativos, con más de 48.000 alumnos impactados. Asimismo, 136 infraestructuras sociosanitarias, entre ellas 57 centros de salud, resultaron perjudicadas.

Quedaron inutilizados 144.000 vehículos —el 85 % fue siniestro total—, lo que redujo la movilidad de miles de familias y empresas. Estos daños se tradujeron en interrupciones de clases, presión asistencial y actividad económica interrumpida en numerosos barrios y polígonos.

Superficie devastada

La superficie devastada abarcó 564 kilómetros cuadrados en 75 municipios con un millón de habitantes. Allí se concentra el 30 % del PIB y del empleo provinciales.

Esa huella territorial explicó el impacto generalizado en comercios, servicios y logística.

Las infraestructuras sufrieron daños en 1.450 kilómetros de carreteras. También en 566 de vías ferroviarias, 140 tramos viarios y 380 puentes y pontones. Además, fueron afectadas 2.755 kilómetros de pistas forestales y 123 depuradoras.

La afectación alcanzó al 74 % de la red de transporte de la provincia de Valencia, comprometiendo desplazamientos y suministros. Se dañaron 640.000 hectáreas de masa forestal, produciendo efectos ambientales añadidos.

Toneladas de residuos

Las riadas generaron un millón de toneladas de residuos. Su retirada, a una media de 15.000 toneladas diarias, permitió despejar en las primeras semanas 767 viales obstruidos en las localidades más afectadas. Se evacuaron 70.000 metros cúbicos de lodo, 130.000 vehículos y 20.000 toneladas de cañas.

Ese ritmo de limpieza reabrió accesos y posibilitó un restablecimiento gradual de servicios. Aunque la magnitud del residuo y la avería de tantos vehículos alargó la vuelta a la normalidad. Con el balance de daños y unos registros de lluvia inéditos, la prioridad pasó por adaptar el territorio para reducir riesgos en futuras avenidas.

La zona cero

15 municipios fueron los más dañados, a los que se ha denominado como la ‘zona cero’ de la dana, como Paiporta, Catarroja o Aldaia, cada uno con más de 20.000 afectados. Tienen una gran densidad de población (2.098 habitantes por kilómetro cuadrado frente a los 250 de la ciudad de València), el 10 % de habitantes de la provincia, y alta densidad empresarial (29,7 empresas por kilómetro cuadrado).

Registros meteorológicos extraordinarios

La dana de hace un año fue un episodio de precipitaciones extraordinario concentradas en las cabeceras de barrancos, que sumó 771 litros por metro cuadrado en 24 horas en Turís, donde cayeron 187 litros en una hora, un récord histórico en España. Esa intensidad causó crecidas relámpagos en ramblas como la del Poyo, cuyo caudal alcanzó un pico de 2.409 metros cúbicos por segundo.