El presidente de la Diputació de València, Vicent Mompó, ha dado la bienvenida a 2024 con la ilusión de estrenar año, por primera vez, como máximo responsable de la institución provincial. Un ejercicio que viene marcado por “un mayor esfuerzo inversor y la obsesión por mejorar los niveles de ejecución de los proyectos presentados por los ayuntamientos, y en el que Mompó centrará sus esfuerzos en conseguir una Diputación más útil, cercana y eficaz para los municipios”.
Para acometer el reto de acercar la institución a los alcaldes y la ciudadanía, el equipo de gobierno que encabeza Mompó contará con un presupuesto de cerca de 600 millones de euros, unas cuentas realistas que se basan en las necesidades de los consistorios y la propia corporación, sin recurrir a los préstamos bancarios que en los anteriores ejercicios “engordaban el presupuesto en busca de titulares, pero con un nivel de ejecución muy bajo, cuando lo que necesitan los pueblos, sobre todo los que tienen menos recursos, es que el dinero que llega la Diputación se quede allí permitiendo mejorar sus infraestructuras y servicios”.
El presidente pretende “profundizar en el acercamiento a los municipios y en el esfuerzo inversor, porque la ciudadanía merece los mismos servicios tanto si vive en una ciudad como si lo hace en un pueblo pequeño”. Mompó ha valorado muy positivamente el trabajo de su ejecutivo en los primeros meses de la legislatura, introduciendo “un sello propio que pretende mejorar la eficacia en la gestión y fomentar la autoestima valenciana”.
Propósitos para 2024
Los propósitos de Vicent Mompó de cara al año entrante, que convergen en “esa obsesión por incrementar la ejecución de los proyectos y que el dinero con el que se subvenciona a los municipios y colectivos sociales no retorne a la Diputación”, se basan en dos grandes líneas de trabajo que se irán desarrollando de forma progresiva durante los próximos cuatro años: el Pla Obert d’Inversions, un programa cuatrienal que inyectará 350 millones en los ayuntamientos, y la red de oficinas comarcales que acercará la institución y los servicios que presta tanto a los responsables locales como a los ciudadanos.
Respecto al Pla Obert, Mompó destaca “las facilidades de las que dispondrán los ayuntamientos para presentar sus proyectos en tres convocatorias anuales, con tiempo y previsión suficiente para que esas obras se lleven a término y los vecinos y vecinas de cada municipio puedan disfrutarlas”.
Las oficinas comarcales contribuirán a la ejecución de esas obras propuestas por los ayuntamientos dentro de su autonomía, ya que los técnicos que la Diputación pondrá a disposición de los alcaldes y alcaldesas “ayudarán a resolver dudas y agilizar las tramitaciones”.
Por otra parte, se mantienen de inicio los 40 millones asignados al Fondo de Cooperación Municipal y que permitirán “dar cobertura a otras necesidades que puedan tener los pueblos, ya sean inversiones o gasto corriente”, explica el máximo responsable provincial.
La lista de propósitos y deseos para 2024 pasa por “avanzar en la lucha contra la despoblación, a través de programas en distintas áreas que tratarán de revivir a los pueblos con menos recursos; incidir en la vertebración del territorio, con mejores carreteras que faciliten la vida y las comunicaciones a las personas que habitan en zonas de interior; reforzar la lucha por la igualdad de oportunidades y servicios y frente a la violencia ejercida contra las mujeres, disponiendo de una mayor financiación para municipios y asociaciones; y defender los productos y tradiciones valencianas, caso del deporte autóctono de la pilota, que dispondrá de una línea específica de 2,5 millones de euros para adecuar trinquetes y apoyar a la Federación”.
