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martes, 7 mayo 2024

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Manuel Acuña, de la Escuela de Exorcistas Europea: ‘Halloween no es una fiesta, es el desfile de la muerte’

El Obispo Manuel Acuña ha realizado más de 1.200 exorcismos y cuenta a Actualitat Valenciana el peligro de celebrar Halloween.

Con Halloween, o ‘la noche de los muertos’ a la vuelta de la esquina, son muchas las incógnitas las que giran en torno a esta noche y sus diferentes celebraciones. ¿Debe celebrarse? ¿Es una fiesta?

Hemos hablado con el Obispo Manuel Acuña, de la Escuela de Exorcistas Europea. Respecto a esta festividad, Manuel Acuña asegura que “es imprescindible decir que Halloween no solamente no significa ninguna fiesta, sino que es el desfile de la muerte, donde le damos permiso a toda clase de mal (disfrazado en monstruos, demonios y hasta la misma calavera de la muerte) para pasearse en las calles”.

Además, afirma que “el disfraz ya es un contrato, pues yo no me disfrazo de lo que detesto, sino de lo que admiro, de aquello con lo que tengo simpatía. Es decir, si me disfrazo de un esqueleto, mi simpatía es con lo que éste representa. ¿Por qué no elegir alguna representación de la bondad? Ya hay un contrato con la fecha”.

“Las personas sencillas se complican sin saberlo, habilitando una energía maligna que literalmente se pasea por la ciudad”

¿Y dónde está el riesgo de todo esto? El obispo lo tiene claro: “El riesgo está en habilitar esa presencia en la vida. Los riesgos más delicados no son públicos. Mientras las personas sencillas se complican sin saberlo espiritualmente con estos ‘inofensivos fantasmas’ y monstruos con sus disfraces, habilitando una energía maligna que literalmente se pasea por la ciudad, los rituales de los grupos satánicos de primer nivel aprovechan para celebrar la Navidad del demonio“.

Por otro lado, explica que “la difusión mundial de esta Fiesta Satánica se relaciona con la estrategia horaria. Pues el demonio es creatura y no puede estar en todos lados a la vez. La celebración de su Navidad entonces en diferentes usos horarios hace posible convocar con eficacia su presencia”. Esta noche, para Manuel Acuña es “un acontecimiento oscuro, donde los rituales llegan a ser sangrientos”.

En cuanto a los rituales satánicos, Manuel Acuña diferencia los de primer nivel, “que ya son personas con pactos demoníacos, es decir, demonizadas”. Además, reclama que la gente no se toma en serio este acontecimiento y lo celebran, “acrecentando la energía oscura” que será utilizada para sus invocaciones y sacrificios.

“Hay que presente que el diablo no juega a ser diablo: ¡Lo es! y en su labor por el mal, la destrucción de la persona y el anti-reino de Dios en la sociedad, pone todo su empeño”, comenta Manuel Acuña, que ha practicado más de 1.200 exorcismos.

Por eso, el Obispo recuerda que es importante cuidarse, no solamente en estas fechas. “Siempre hay que hacerlo. Conviene pedir el acompañamiento de los ángeles antes de salir del hogar, bendecir la comida cada vez que nos sentamos a la mesa, bendecir a nuestros hijos y nietos… ¡Sana tradición tristemente olvidada!”. Por otro lado, también recomienda tener en casa “la biblia abierta en el Salmo 23: El Señor es mi Pastor en un lugar visible del Hogar. El Apóstol San Pedro en su Carta en la Sagrada Escritura dice: “los demonios creen y tiemblan”. Y cuando ven una casa protegida por la Palabra de Dios, les dificulta entrar en su inmundicia”, añade.

“El diablo no juega a ser diablo”

¿Se pude jugar a invocar al diablo? “No existen los juegos en relación con la invocación maligna. El diablo no juega a ser diablo. Incluso no creer no salva de las consecuencias. Los que dicen jugar a la Ouija u otros como el charlie-charlie o proceder a las invocaciones espiritistas, no hacen más que abrir portales de presencias demoníacas que luego quedan abrochadas a la persona”, explica Manuel Acuña.

Además, afirma que el 40% de los más de 1.200 exorcismos realizados, “fue de personas que en algún momento de su vida practicaron invocaciones de la Ouija. Algunos trajeron el testimonio del suicidio de sus compañeros de juego, y por ello solicitaron su exorcismo”.

España, uno de los lugares de mayor actividad de brujerías

Manuel Acuña llegaba a España desde Argentina, su lugar de nacimiento. Y antes de aterrizar en el país ya se había informado “de la vida espiritual”. Asegura ser consciente de que “es uno de los lugares de mayor actividad de brujerías“. ¿Y cómo influye esto? El Obispo afirma que “los brujos necesitan legalizar la región en la que trabajarán con las presencias oscuras y espíritus de muertos condenados. No solamente demonios”.

“El Egregor es más que un concepto. Es una realidad en la labor de los brujos en su empeño por controlar espiritualmente una región. Y consagrarla a los demonios. No es nuevo: siempre trabajaron con Egrégores para dicho control, incluso se encuentran en los antiguos Grimorios. Esta situación sumerge a todos en el tóxico ambiente espiritual que generan estas incalificables personas dedicadas al mal. Son verdaderos agentes de satanás y parte de sus huestes en esta tierra. ¡Por eso es tan importante una vida de Fe!”, afirma.

“Donde está la luz, la oscuridad huye. La buena salud espiritual de un lugar depende en gran manera de la práctica de Fe de los creyentes en Dios”, reconoce.

“Sólo ruego que cada uno, desde su Familia, su Comunidad, su Iglesia y Congregación tomen muy en serio que el mal no es un concepto, una idea. Sino una personalidad con una estrategia. Un Ángel caído que busca la perdición del hombre. Si la comunidad es indiferente, cede el lugar a la oscuridad. Hasta la física nos dice que no hay lugares vacíos: los que no ocupa un cuerpo, lo ocupa otro. Pasa de igual manera con la Luz de dios: donde está su presencia, el mal huye. La práctica de la vida de Fe no es una elección, es una dimensión ineludible de la vida. Nos completa. Más aún en estos tiempos. Dios bendiga a todos los que aman la Verdad y la Luz”, concluye.

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