Los vecinos y vecinas de distintos barrios de València saldrán a la calle esta semana para seguir exigiendo más seguridad, acabar con la degradación o reivindicar su derecho al descanso. Orriols, Malvarrosa, plaza Honduras o Ciutat Jardí, son algunos de los barrios en los que las entidades vecinales han organizado concentraciones, caceroladas o protestas para exigir al Ayuntamiento que cumpla con “sus promesas”.
Los primeros en alzar la voz y hacer ruido serán los vecinos de Orriols que han programado para este miércoles una cacerolada por la “convivencia” y “contra la delincuencia” en la “zona cero” del barrio, en el cruce de Padre Viñas y San Juan de la Peña, donde “suceden la mayor parte de los hechos graves del barrio”. Así pues los vecinos ocuparán esta tarde este espacio público para apoyar al resto de residentes que “sufren en primera persona” la degradación, y gritar ese lema que quieren hacer oir y entender a quien puede tomar medidas: “con delincuencia no hay convivencia”.
Una concentración que llega quince días después de la Mesa de Interconcejalías con el Ayuntamiento de València y tras la que “no se ha puesto ninguna medida en marcha” y “todo sigue igual”, según lamenta la presidenta de Orriols en Lucha, Mari Carmen Tarín. “No hemos notado nada. Hay presencia policial, pero ni la Policía Local ni la Nacional patrullan andando como pedimos y mientras, sigue habiendo tirones, rotura de cristales de coches o robo de móviles. Aunque, afortunadamente, no ha vuelto a haber graves incidentes de seguridad” manifiesta Tarín en relación a los últimos apuñalamientos en la zona que costaron la vida a un joven.
“Si no se soluciona de raíz el problema de las ocupaciones de delincuentes, que es lo que está generando todos estos actos, no se dará ningún paso, y de momento, no se ha avanzado en esa dirección” asegura la presidenta de la plataforma vecinal, que también añade que “siguen esperando” las medidas prometidas por el Ayuntamiento como la plantación “inminente” de los árboles dentro del proyecto de naturalización de la zona.
Más ruido en Malvarrosa
Una cacelorada también tomará el jueves las calles de la Malvarrosa para volver a decir “no” al mercado de la droga y “sí” a un plan para las Casitas Rosas. Después de dos manifestaciones multitudinarias en el barrio y de concentrarse frente al Ayuntamiento, la asociación Amics de la Malva ha organizado otra acción reivindicativa para exigir medidas al gobierno municipal de PP y Vox.
El objetivo de la entidad vecinal es seguir “haciendo ruido” para que la corporación “les oiga” y aborde un plan “real e integral” para las Casitas Rosas y su entorno tras décadas de abandono institución y marginación. “Es necesaria una intervención urbanística que regenere todo el entorno, derribando infraviviendas a la vez que se aseguran realojos a las personas afectadas, rehabilitación de edificios y viviendas que lo necesiten, creación de jardines y viviendas públicas de alquiler social en los espacios que se liberen” indicaban en un comunicado Amics de la Malva.
“No queremos traficantes, pero tampoco fondos buitres. Queremos un plan decidido, no parches que prolonguen en el tiempo la situación” añadían al mismo tiempo que pedían la implicación de todas las administraciones, Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento y que firmaran un convenio junto a las entidades del barrio al igual que se ha hecho en diferentes barriadas de otras ciudades con una situación parecida.
Por todo ello, cumplirán con su aviso de un “otoño caliente” de reivindicaciones y este jueves recorrerán las principales calles del barrio. A las 19.30 horas saldrá la manifestación con cacerolas desde la esquina de Avenida Malvarrosa con la calle Mendizabal hasta las cuatro esquinas por una Malvarrosa “digna, limpia y sin drogas”.
Honduras y Ciutat Jardí exigen su derecho al descanso
Los vecinos de Honduras y Ciutat Jardi (Cedro) también han convocado una nueva concentración este jueves para exigir al gobierno municipal y a la alcaldesa de València, Maria José Catalá, que acate la sentencia favorable y inicie la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en ambos barrios y cumpla así con sus “promesas electorales”.
Desde ambas entidades vecinales critican la “incapacidad” del Ayuntamiento para encontrar una solución a los problemas de ruido y botellón que sufren cada semana y que afecta a su derecho al descanso. “Las dos medidas adoptadas por la nueva corporación para combatir este problema, presencia policial y baldeo de las calles, no dan resultado. Seguimos con las terrazas masificadas, el botellón y el vandalismo en estas plazas y sus zonas adyacentes, lo que perturba la vida de los vecinos y ha convertido nuestras noches en un infierno” aseguran.
“Nuestro barrio es una zona insalubre donde no se puede dormir y se llena cada noche de basura, por lo que nuestro barrio no puede formar parte de la Valencia Capital Verde Europea 2024, que reconoce los esfuerzos de la ciudad por mejorar el medioambiente y la calidad de vida” lamentan los vecinos que también piden al Ayuntamiento que “afronte” el problema y reconozca a Honduras y Cedro como ZAS, así como que ejecute “con urgencia” un paquete de medidas eficaces y contundentes como dicta la sentencia porque si no -advierte- seguirán concentrándose y haciendo ruido.
