El Ayuntamiento ha aprobado el mayor presupuesto municipal de su historia: 24.238.387,55 euros, un 11,24 % más que el ejercicio anterior. El plan económico se ha diseñado para impulsar la reconstrucción integral del municipio tras los graves daños causados por la dana de hace un año y para reforzar los servicios que atienden a la ciudadanía en el día a día.
El presupuesto de 2026 salió adelante en el pleno de octubre con los votos favorables de PSOE y Compromís y el rechazo de PP y Vox. Según el consistorio, la hoja de ruta ‘refuerza las políticas sociales, de empleo y de reconstrucción‘, con recursos orientados a acelerar obras, apoyar a las familias afectadas y recuperar la normalidad en los barrios.
El alcalde, Vicent Císcar, subrayó que son los presupuestos que necesita el municipio ‘para volver a levantarse: solidarios, realistas y con visión de futuro‘. El documento se concibe como una herramienta estratégica complementaria a la inversión externa, ‘que servirá para reconstruir infraestructuras, reforzar los servicios públicos y atender tanto las necesidades materiales como emocionales de la ciudadanía’.
Bienestar social y empleo
Las políticas sociales disponen de 1.605.000 euros. De ellos, 640.000 se destinan a ayudas sociales, un 16,4 % más, con el objetivo de atender las situaciones de emergencia derivadas de la dana y amortiguar su impacto en los hogares más vulnerables. Además, se refuerza la Asistencia Social Primaria consolidando programas esenciales como el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), Menjar a Casa, el Servicio de Atención y Seguimiento para Personas con un problema grave de salud mental (SASEM) y los programas de vivienda. En conjunto, esta red contará con 845.000 euros, lo que supone un incremento del 58 % respecto a 2024, para mejorar la atención directa y reducir tiempos de respuesta.
Uno de los aumentos más relevantes se concentra en la empresa pública ESPAI, cuya aportación crece un 19,4 % hasta 3.667.180,67 euros. Este refuerzo permitirá acelerar trabajos de recuperación urbana, mantenimiento de zonas verdes y limpieza viaria, además de incorporar nuevos equipos y vehículos y contratar personal, medidas clave para reparar los desperfectos provocados por la dana y prevenir futuros episodios de deterioro.
Pese al contexto de emergencia, el municipio mantiene deuda cero, sin recurrir a nuevo endeudamiento, y registra un periodo medio de pago a proveedores de 4,7 días. Esta estabilidad financiera facilita la ejecución de proyectos y genera certidumbre entre empresas y trabajadores que participan en las obras y servicios.
Entre las inversiones previstas destacan la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios municipales y la ampliación del cementerio con más de cien nichos nuevos. Con estas actuaciones, el presupuesto de 2026 consolida un modelo de gestión que combina equilibrio financiero con inversión en bienestar social, educación y sostenibilidad, con la vista puesta en la recuperación completa del municipio.





