El nacimiento instalado en el barrio valenciano de Benimaclet por la Cofradía del Santísimo Cristo se quedará con una fotografía del niño Jesús después de que la imagen haya sido robada en dos ocasiones este año.
Tanto la cofradía como el párroco han pedido respeto y una mayor vigilancia en la zona porque es la tercera vez que sufren el robo del niño Jesús, ya que el año pasado también se lo llevaron de un belén que solo llevan montando dos años para el disfrute de los niños y las familias del barrio, según ha explicado el presidente de la cofradía a EFE, Paco Cuenca.
El nacimiento se instaló al descubierto y después del primer robo lo cubrieron con tablones que retiran y colocan todos los días, pero quitaron uno de los tablones para llevarse la imagen y dejaron una caricatura con la palabra “desahucio”, pero sin la hache intercalada, según apunta el párroco José Antonio Varela Ferrandis, que considera que se trata de “gente inculta a la que falta educación y respeto a la libertad de expresión”.
Varela Ferrandis ha solicitado instalar una cámara de vigilancia para evitar más robos y que servirá, en sus palabras, “para que tengan un poco de temor ya que no tienen vergüenza”.
Según relata el presidente de la cofradía, tras el robo del año pasado el Ayuntamiento de València ofreció su ayuda para reponerlo, pero ahora ya no van a volver a colocar la imagen del niño Jesús, que será sustituida por una fotografía.
Han denunciado el robo pero ven “casi imposible” averiguar quién o quiénes son los autores, que actúan “con nocturnidad y alevosía” y dejan el nacimiento sin la imagen del niño en el belén, que todas las tardes reúne a los niños con sus familias para pasar un rato y hacerse fotos con la composición.
El párroco ha señalado que quienes hayan robado el niño “sabrán si tienen el alma enferma o la mente trastocada” y lamenta que son cosas que ocurren en Benimaclet, que necesita “vigilancia, orden y educación”.
Ha comentado que la instalación del belén tiene como intención crear ambiente navideño, de la misma manera que quisieron organizar un mercadillo navideño pero la normativa del anterior alcalde no lo permitía.
También los vecinos del barrio han mostrado su malestar por lo ocurrido. Una vecina pide respeto a las creencias y tradiciones y asegura que ha reflexionado sobre los hechos y se pregunta “camino de qué sociedad vamos”, ya que en San Vicente del Raspeig ocurrió algo similar.
Otro vecino ha señalado el robo como ridículo y apunta que podría entenderse “si necesitaran para comer, pero una cosa así…”.
