Un cónclave exprés con fumata blanca en menos de 24 horas
Fumata blanca a las 18:07. Las campanas de San Pedro han confirmado lo que toda la plaza esperaba: hay nuevo Papa. En apenas cuatro votaciones, los 133 cardenales han alcanzado el consenso necesario para elegir al sucesor de Francisco. El cardenal estadounidense Robert Prevost ha sido proclamado como el nuevo pontífice y ha escogido el nombre de León XIV.
El cónclave, que ha sido descrito como el más diverso y ágil de la historia reciente, ha replicado la rapidez del que eligió a Benedicto XVI en 2005. En cuestión de horas, se cerraron los debates y se logró la mayoría cualificada de 89 votos.
León XIV, un Papa con raíces americanas y corazón misionero
Robert Francis Prevost Martínez, nacido en Chicago en 1955, es un perfil atípico en la historia papal. Misionero en Perú durante décadas, con raíces francoitalianas y españolas, el nuevo Papa ha escalado hasta convertirse en prefecto de la Congregación para los Obispos. Francisco le confió esa responsabilidad, clave en la renovación eclesial, meses antes de su fallecimiento.
Ordenado sacerdote a los 26 años, Prevost es políglota y se ha destacado por su defensa de los más vulnerables y su compromiso con la ecología integral. Con una sólida formación académica en Matemáticas, Filosofía y Teología, su trayectoria combina acción pastoral, experiencia diplomática y rigor doctrinal.
Expectativas ante su pontificado
León XIV asume el timón de una Iglesia sacudida por debates internos y desafíos globales. La agenda que hereda incluye cuestiones espinosas como el papel de la mujer en la Iglesia, la gestión de abusos, el futuro de las reformas iniciadas por Francisco y la posición ante nuevas realidades sociales.
En la emotiva ceremonia posterior a su elección, se dirigió a la tradicional «Sala de las Lágrimas», donde se vistió por primera vez con los hábitos papales antes de salir al balcón de la logia central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi.
La elección de su nombre, León XIV, remite a una estirpe de pontífices reformistas y firmes. Todo indica que el nuevo Papa buscará imprimir carácter y continuidad a un tiempo de transición clave para el catolicismo global.
El simbolismo detrás del nombre León XIV
La elección del nombre León XIV tiene un peso simbólico que sugiere un papado fuerte y reformador. Se inscribe en la tradición de pontífices como San León Magno, defensor del dogma y de la unidad eclesial, y León XIII, pionero de la doctrina social de la Iglesia. Además, el león es un símbolo bíblico de fuerza, justicia y liderazgo espiritual. Con este gesto, el nuevo Papa parece querer transmitir su voluntad de ser un líder sólido frente a los desafíos contemporáneos, manteniendo el equilibrio entre la tradición y las reformas iniciadas por sus predecesores.
