Singularidad, sentimiento, tradición y historia. Son algunas de las palabras que definen Tierra Bobal, un destino que engloba tradición vitivinícola y agrícola alrededor de la milenaria cultura del vino que comparten los nueve municipios y las 37 aldeas de la comarca Utiel-Requena, en el interior de la provincia de València.
Una marca que descubre un territorio con más de 2.000 años de antigüedad y una gran variedad de recursos para los visitantes con el vino como hilo conductor, tal y como explica el presidente de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino y alcalde de Venta del Moro, Luis Francisco López Yeves.
“Alrededor del vino se juntan todos nuestros recursos naturales para ofrecer al visitante un turismo de naturaleza y de aventura muy importante, pero también un turismo cultural, gastronómico y de starlight para contemplar las estrellas que en nuestra tierra Bobal son un pasada” explica López Yeves.
Un turismo diferente que no se enfoca a un único recurso y que tiene como valor diferencial que se puede disfrutar en cualquier época del año. Más de 170.000 hectáreas de extensión para saborear con una ruta o paseo por la mañana, un buen restaurante a mediodía, una cata o una visita a una bodega por la tarde, o descubriendo el caso histórico de Requena o de Utiel.
“No es necesario una época determinada para disfrutar de nuestra tierra. En cualquier momento puedes disfrutar de nuestros recursos naturales, nuestra gastronomía, nuestros vinos y nuestra cava, y de todos los recursos culturales de años de tradición. Una gran variedad la que ofrece Tierra Bobal” pone en valor el presidente.
Con toda esta riqueza han aterrizado esta semana en Fitur con el objetivo de ofrecer a los visitantes un destino diferente y conquistar sus paladares para que se acerquen a conocer la comarca, sus vinos y la tierra Bobal. “Este es el mayor escaparate mundial al que venimos junto a la Diputación de València y Valencia Turisme para ofrecer los recursos que tiene nuestra tierra y que merece la pena difundir y conocer”.
“Unos recursos que nos dan el valor de la singularidad, tradición y el de hacer las cosas desde la humildad y desde una tierra con gente trabajadora, pero que tiene muy claro lo que quiere: Una tierra de futuro y ese futuro pasa por muchos sectores, pero uno fundamentalmente es el turismo“, expresa López Yeves.
Todo ello bajo un nombre que identifica y caracteriza a todos los municipios del destino como es la variedad de uva autóctona ‘bobal’ con la que se elaboran extraordinarios vinos tanto rosados como tintos en una tierra que combina monte, cultivo de almendros, de cereal, de olivos como engloba su marca turística: “Tierra Bobal, donde el bosque abraza al viñedo“.
