El estadio de Mestalla fue el escenario en el que Valencia y Villarreal rindieron homenaje, antes del derbi regional, a los afectados por la DANA y a todos los que participaron en la recuperación de la provincia de Valencia, al cumplirse el primer aniversario de la tragedia. Con este gesto, ambos clubes convirtieron el inicio del encuentro en un momento de recuerdo y de reconocimiento colectivo.
Los jugadores del Valencia disputaron el encuentro con la tercera equipación de la ‘senyera’, un uniforme que rinde homenaje a la bandera de la Comunitat Valenciana. La elección de esta camiseta subrayó el arraigo del club con su territorio y aportó un tono institucional al acto, en el que el fútbol sirvió de altavoz para visibilizar el apoyo a las comunidades afectadas.
Un tributo compartido en el césped
Ambos equipos saltaron al terreno de juego acompañados de 22 niños y niñas de las zonas más golpeadas por la riada. Los menores pertenecieron a las escuelas conveniadas Sporting Algemesí, Atlético Sedaví, UD Aldaia y FBCD Catarroja, cuatro municipios en los que el Valencia CF y la Fundació Valencia CF colaboraron en la recuperación de instalaciones deportivas que quedaron arrasadas. Su presencia simbolizó la vuelta progresiva a la normalidad y puso el foco en el deporte base como espacio de convivencia, aprendizaje y apoyo mutuo tras un episodio que alteró la vida cotidiana de miles de familias.
Ambos equipos guardaron un sentido minuto de silencio mientras las banderas ondearon a media asta, en señal de luto y en memoria de quienes fallecieron en la catástrofe del 29 de octubre. El estadio se detuvo en un respeto absoluto, y la solemnidad del gesto reforzó el carácter comunitario del homenaje antes del inicio de la competición.
El acto se acompañó con la música en directo de un sexteto de cuerda, que interpretó los acordes del himno de la Comunitat Valenciana, y con la proyección en el videomarcador de un vídeo en recuerdo de las víctimas y de todos los que ayudaron a recuperar la normalidad. La combinación de imágenes y música reforzó el mensaje de unidad y gratitud, y convirtió la previa del duelo en un tributo compartido que trascendió lo deportivo para subrayar el compromiso social del fútbol valenciano.
