La calle Colón ya está abierta al tráfico desde Porta la Mar y las nuevas líneas de la EMT de València han comenzado a rodar a primera hora de esta mañana. Desde este martes entran en vigor los cambios en materia de movilidad impulsados por el gobierno municipal de PP y Vox que devuelven varías líneas de autobús a la calle San Vicente y la plaza del Ayuntamiento, e incluyen la remodelación de la calle Colón con la supresión de uno de los carriles para el transporte público, lo que ha levantado las críticas de la oposición e incluso del sector del taxi.
Así pues, la calle Colón queda con dos carriles de circulación para el tráfico privado y un carril bus, todos limitados a velocidad 30 km/h. Además, se invierte el sentido de circulación de la calle Pérez Pujol, entre las calles Roger de Lauria y Correos, de manera que se pueda realizar el acceso a ella desde la calle Roger de Lauria en dirección a la calle Barcas; y se habilita una nueva parada de taxi entre las calles Pizarro y Pascual y Genís.
Ello se une a las siete líneas de EMT que vuelven al corazón de València, al centro de la ciudad. Las líneas 4, 11, 31, 32 y 70 llegarán hasta la nueva parada de la plaza del Ayuntamiento pasando por las calles La Paz y San Vicente. Mientras que las líneas 16 y 26 también circularán, con estos cambios, por la calle La Paz hasta Poeta Querol.
De hecho, a las 5.47 horas de la mañana ha salido el primer autobús de la línea 70, procedente de Alboraya, que entrará en la calle San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento. Le seguirá poco después a las 06:04, un autobús de la línea 11, procedente de Orriols. Y seguidamente la línea 4, desde Natzaret. Unos minutos antes, a las 5:55, también habrá entrado por la calle La Paz, y hasta Poeta Querol, un bus de la línea 16, procedente de Vinalesa, según informan fuentes municipales.
Estas modificaciones también han provocado movimientos en la céntrica plaza para asumir el paso de las nuevas líneas. Concretamente se ha habilitado una nueva parada de EMT junto a la fuente y para la que se ha instalado una plataforma de hormigón que irá sin marquesina, así como otra parada de taxis frente al Ateneo Mercantil que ha provocado el retranqueo de dos terrazas para ganar espacio del peatón.
Del mismo modo, la calle San Vicente pasará de semipeatonal a ser testigo del paso de más de 550 autobuses diarios, lo que ha motivado el cambio de velocidad a 20km/h y la incorporación de un semáforo a la entrada de la calle para controlar el tráfico. También se han instalado unos maceteros en un lateral de la calzada justo por donde pasa una tubería para evitar que el paso de los vehículos pesados rompa esta infraestructura, tal y como alertaban unos informes municipales.
Todo ello ya ha provocado los primeros incidentes durante el puente de diciembre en la zona del centro, sobre todo, en la calle San Vicente, donde se han producido aglomeraciones de personas que han ido a visitar las luces y la oferta navideña de la ciudad obligando a desviar el recorrido de la línea C1 de EMT y cerrar al tráfico este tramo durante varias tardes consecutivas.
Peticiones de comerciantes y vecinos
Unos cambios que aseguran vienen justificados por las reiteradas reclamaciones y peticiones las asociaciones de comerciantes y vecinos del centro histórico, así como por los vecinos y vecinas que pedían comunicaciones directas desde los barrios, principalmente los del norte y el este. De hecho, aseguran que los estudios de la EMT constatan que “las líneas habían perdido atractivo y usuarios en el resto de València” y que “las líneas que modificaron su recorrido en el 2020 crecieron un 1,3% frente al resto de líneas que aumentaron un 9%”.
En este sentido, la alcaldesa de Valencia María José Catalá, ha explicado que “tras la reestructuración llevada a cabo en el año 2020 por el Gobierno de Joan Ribó había una necesidad de llegar al centro, mucha gente había quedado desasistida, e importantes comunicaciones rotas. Eso quedaba constatado en pleno centro donde las críticas de comerciantes y vecinos se habían multiplicado”. “Estamos corrigiendo errores graves”, ha señalado la dirigente local, que también ha destacado que “no podíamos dejar a nuestros vecinos sin alternativas útiles y eficaces para llegar a destinos tan deseados como el centro”.
Cambios no exentos de polémica
El concejal de Compromís, Giuseppe Grezi, ha lamentado que finalmente entre en vigor la reorganización de las líneas de EMT porque supone “revertir las mejoras al espacio público, peatonal y para los usuarios de EMT, realizadas por Compromís las pasadas legislaturas”. “Para los votantes del PP tiene que ser absolutamente decepcionante ver que sus ídolos son unos impostores y unos ineptos, que están rompiendo aquello que todo el mundo disfruta solo porque lo hizo Compromís, con mala educación y sin atender a nadie”, ha indicado.
“Señora Català, deje la EMT como está en Colón y no meta más autobuses por San Vicente, la Plaza del Ayuntamiento y Poeta Querol” ha vuelto a manifestar Grezzi, que también ha recordado que esta también es una petición “de los conductores de autobuses que son los que mejor conocen a los usuarios, que quieren dar un buen servicio a la ciudadanía y no quieren atropellar nadie; de entidades cívicas que además dicen que Català nunca les han consultado cuál era su deseo, y de los miles y miles de personas que circulen andando por la Pau, San Vicente, la Reina y la Plaza del Ayuntamiento”.
En la misma línea se ha pronunciado la concejal socialista María Pérez que este lunes ha remitido una carta al presidente de la EMT para que paralice el cambio de líneas previsto en el centro de la ciudad y convoque un consejo de administración urgente “para analizar adecuadamente los cambios” y “las consecuencias en materia seguridad vial”. “Una remodelación de líneas de este calibre debe hacerse con todas las garantías en materia de seguridad vial para los ciudadanos de la ciudad de València” ha indicado.
La edil ha señalado que esta decisión se ha adoptado de manera “improvisada, tal y como han acreditado las incidencias de los últimos días y ha denunciado el comité de empresa, que ha señalado el elevado riesgo de atropellos que puede provocar este incremento de tráfico, y, por eso, ha incidido en dejar sobre la mesa la modificación hasta que se analicen adecuadamente las consecuencias y se garantice la seguridad de los peatones”.
“Lo ocurrido este fin de semana con las líneas de la EMT demuestra que la política de movilidad de la señora Catalá es absolutamente improvisada y no atiende a ningún criterio técnico. Es una política de movilidad en la que se decide el itinerario de los autobuses en función de la hora del día, en la que la gente no sabe dónde va a poder bajar de su autobús para llegar al centro de València”, ha manifestado.
