Ignacio Martínez Arrúe, director general de Ordenación Educativa y Política Lingüística, defiende la ley de Libertad Educativa. Subraya que el proceso de elección de los padres de lengua base para la enseñanza de sus hijos permitirá que la Educación refleje el uso social de la lengua. Sostiene que la “política intervencionista” de los Gobiernos del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem) ha causado un mayor rechazo al uso del valenciano.
¿Qué se vota entre el 25 de febrero y el 4 de marzo?
A partir de este 25 de febrero, todas las familias van a tener la oportunidad de poder elegir la lengua base, que va a ser la lengua principal en la educación de sus hijos. Y, especialmente, para las familias con niños más pequeños la lengua con la que van a aprender a leer y escribir.
Vamos a plantear un supuesto: tengo un hijo en 2º. curso de Primaria, ¿qué pasa si yo elijo castellano, o valenciano, en mi cole solo hay un aula por curso (una unidad) y sale la otra lengua? ¿Qué ocurre en ese supuesto?
En los centros de una única unidad, un aula, va a ser la mayoría de los votantes la que va a determinar cuál va a ser la lengua base. Pero de alguna manera va a ser un avance con respecto a la situación anterior en la que era la Administración la que lo fijaba. Al final lo que queremos es que sean las familias, precisamente, las que expresen su voluntad y la oferta educativa que hagamos sea un reflejo lo más fiel posible de lo que es la situación sociolingüística que tenemos en cada centro.
“queremos que las familias expresen su voluntad y la oferta educativa sea un reflejo fiel de la situación sociolingüística”
Para la creación de las unidades, o aulas, en una u otra lengua, la literalidad de la ley de Libertad Educativa habla de un número suficiente, de votos, para determinar valenciano o castellano. Ahí está la clave de qué es lo que va a ocurrir. ¿Cuál es ese número suficiente para determinar que una unidad sea de una lengua o de otra?
De entrada, lo que se va a hacer es que a partir de lo que voten las familias se van a clasificar las unidades ya existentes en valenciano y castellano y después, cuando un número suficiente de alumnado dé lugar a nuevas unidades, o bien en zona castellanoparlante o bien en zona valencianoparlante, allá lo que haremos es un estudio caso por caso. Lo que se pretende con eso es que la demanda no satisfecha tenga oferta educativa. Entonces, tendremos que estudiar en cada localidad cuál es la situación concreta.
Si yo quiero una educación en valenciano o en castellano y no tengo plaza en mi centro, ¿qué ocurre?
A partir de ahí, como todo el desdoble se va a hacer antes del procedimiento de admisión, luego en ese procedimiento de admisión ya van a aparecer todas las vacantes clasificadas en lengua base valenciano o lengua base castellano, para que cualquier familia tenga opción de acceder a ellos. Pero en todo caso, tal y como dice la Ley Orgánica de Educación, garantizamos por encima de todo el derecho de las familias a que puedan acabar la educación obligatoria en su propio centro.
“EN EL PROCESO DE ADMISIÓN CUALQUIER FAMILIA TENDRÁ OPCIÓN DE ACCEDER A LENGUA BASE VALENCIANO O CASTELLANO”
Pero, ¿yo podría cambiar de centro a mis hijos en cualquier caso? El curso que viene, yo podré pedir inscribirlos en un centro escolar que tenga la educación como yo la prefiera, en castellano o valenciano.
Sí, efectivamente. Por eso, precisamente, todo el procedimiento está pensado para que esté finalizado antes del procedimiento de admisión del próximo curso 2025-26.
¿Por qué no dejamos esta decisión, valenciano o castellano, en los Consejos Escolares?
Porque en este caso, los consejos escolares no siempre son representativos de la voluntad mayoritaria de todas las familias. Y, además, porque hay ya varias sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en las que se dice que para poder ajustar la oferta hay que preguntar a las familias.
“LOS CONSEJOS ESCOLARES NO SIEMPRE SON REPRESENTATIVOS DE LA VOLUNTAD MAYORITARIA DE LAS FAMILIAS, SINO DEL PROFESORADO”
“VARIAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DICEN QUE HAY QUE PREGUNTAR A LAS FAMILIAS”
¿Los Consejos Escolares están politizados en muchos casos?
Yo no hablaría de politizado, sino simplemente de que hay un sistema en los cuales hay una representación mayoritaria del profesorado y luego hay una representación minoritaria de las familias. Por eso, realmente, el papel de las familias es menos representativo de cara a procedimientos como este.
Una duda que existe sobre este proceso de proceso de votación, porque existe cierta confusión en las familias: ¿se tiene que votar cada año? Ahora estamos decidiendo cuál va a ser la configuración del curso siguiente. Es decir, los padres de alumnos que están, por ejemplo, en segundo de Primaria están eligiendo cuál va a ser la configuración de tercero de Primaria en el curso siguiente.
Ahora estamos eligiendo lo que pasará en el curso siguiente, 2025-26, pero esta es una votación que es única y excepcional, porque a partir de ella ya todos los grupos y todas las plazas de alumnos van a quedar clasificadas en lengua base valenciano o lengua base castellano. A partir de ese momento, del curso que viene, cualquier derecho de elección de lengua base se va a poder hacer a través del procedimiento de admisión.
Digamos, que más adelante no se votará, sino que se pedirá en el proceso de admisión de los alumnos en cada centro. Entonces no se van a repetir las votaciones.
Una vez desdobladas las vacantes ya no va a ser necesario. Al final lo que hacemos es pasar de un modelo único por centro a un modelo que pueda ser plural y en el que en un mismo centro puedan convivir ambas lenguas base.
¿De 570.000 familias, qué porcentaje de participación se prevé?
Va a ser difícil de saber, pero hemos anticipado que nos gustaría que fuera al menos superior al 50%. No obstante, la respuesta de las familias puede ser diferente en función de las zonas de predominio lingüístico o incluso en función de la edad de los propios alumnos. Con lo cual, cuando finalice todo el procedimiento, estudiaremos esas estadísticas.
¿No va a ser un fracaso si no se llega a ese 50 %?
Yo creo que dar la oportunidad a las familias no tiene por qué ser un fracaso, pero en todo caso sí que nos gustaría que la participación sea superior para que realmente podamos considerarla representativa y sea un fiel reflejo de la situación sociolingüística de los centros.
¿A partir del 50% ya se consideraría un éxito o se necesitaría alguna participación más elevada?
No queremos poner etiquetas como éxitos o fracasos, sino simplemente ser conscientes de que esto es una oportunidad única para las familias y creemos que lo mejor que pueden hacer es participar porque, al final, no hacerlo va a significar que otros elijan por ellas.
«lo mejor que pueden hacer las familias es participar»
¿Cómo y cuándo se van a conocer los resultados? ¿Cómo se van a ir aplicando?
Las estimaciones que tenemos es que unos días después, aproximadamente en una semana desde que se cierre la consulta, se hará la publicación de listados en cada centro y también esperamos disponer de datos globales.
Cuando se plantea un cambio legislativo es precisamente porque el Gobierno autonómico considera que la voluntad de los padres no está bien representada en la ordenación del sistema educativo. ¿Consideran que el castellano está infrarrepresentado?
Habría que ver también en función del tipo de centro. Tenemos que partir de que cuando el Gobierno del Botànic en el 2017 hizo su primer decreto convirtió los centros de doble línea (en valenciano y castellano) en centros únicamente con programas de enseñanza en valenciano. Y los centros en los que había de enseñanza digamos sólo en castellano los dejó como centros de enseñanza en castellano. Y eso puede dar lugar a que por ejemplo en sitios como Valencia ciudad nos podamos encontrar con que prácticamente la totalidad de los centros públicos tienen oferta de valenciano y prácticamente la totalidad de centros concertados tienen oferta en castellano, con lo cual ahí no hay pluralidad para poder elegir.
“EN VALENCIA CIUDAD PRÁCTICAMENTE TODOS LOS CENTROS PÚBLICOS TIENEN OFERTA EN VALENCIANO Y LOS CONCERTADOS, EN CASTELLANO. aHÍ NO HAY PLURALIDAD PARA PODER ELEGIR”

Vamos a otra hipótesis, a otros modelos. ¿Se plantea en algún momento recuperar la idea de una educación trilingüe? En el sentido de equiparar valenciano, castellano e inglés, u otra lengua extranjera.
Sí, nosotros de hecho sí que le damos mucha importancia al inglés porque se le está ofreciendo un porcentaje entre el 15 y el 25% en la educación Primaria. No obstante, también hay una serie de centros, actualmente cinco en toda la comunidad y nos gustaría que en un futuro puedan ser más, que incrementan ese porcentaje de inglés por encima del 25%. Entonces en esos casos lo que haremos será autorizarlos como programas experimentales.
Pero, ¿se puede volver a aquella idea de hace algunos años de una educación trilingüe al 33%: un tercio de enseñanza en valenciano, un tercio en castellano y tercio en inglés.
No sería realista porque a día de hoy en muchos centros tendríamos serios problemas para poder disponer del profesorado con el requisito lingüístico correspondiente.
“UNA EDUCACIÓN TRILINGÜE NO SERÍA REALISTA. NO DISPONEMOS DEL PROFESORADO”
¿Y, al margen de estos programas experimentales, se plantea algún otro tipo de iniciativa para potenciar el aprendizaje de inglés o de otra lengua extranjera?
Sí, actualmente también tenemos una dotación de 1.400 auxiliares de conversación en centros docentes y hemos estado remitiendo uno por centro a todos los centros públicos y ahora también la previsión es a partir del próximo curso poder incorporar los concertados a esa dotación.
Este pasado sábado, el presidente Mazón hablaba de que pasaremos “de la imposición de los amigos de los Països Catalans, y de la policía lingüística, a la libertad educativa”. ¿Quién es la policía lingüística?
Tenemos que tener en cuenta que había una oficina de derechos lingüísticos que se dedicaba a señalar a comercios que, bajo el juicio de algunos ciudadanos, estaban vulnerando sus derechos. Así como otro tipo de entidades. A eso es a lo que yo creo que se refería el presidente Mazón como policía lingüística. Y en el primer año de legislatura se eliminó dicha oficina a través de la ley de acompañamiento.
“¿LA POLICÍA LINGÜÍSTICA? HABÍA UNA OFICINA QUE SE DEDICABA A SEÑALAR COMERCIOS”
¿La Conselleria de Educación anima a los padres a elegir el valenciano?
La conselleria realmente quiere ser neutral en este proceso. De manera que, como la Llei d’Ús establece que los escolares deben tender a cursar las primeras enseñanzas en su lengua habitual, sean las familias las que decidan si quieren optar por esa opción o desean optar por otra. Pero en todo caso, les damos a ellas la libertad de elegir. Nosotros no queremos posicionarnos.
“LA CONSELLERIA QUIERE SER NEUTRAL EN ESTE PROCESO. QUE SEAN LAS FAMILIAS LAS QUE DECIDAN”
¿Están percibiendo que existen presiones para elegir una u otra lengua?
Hay determinados colectivos que sí que están haciendo una apuesta muy concreta, pero en todo caso nosotros sí que consideramos que queremos lanzar ese mensaje, y además así lo hizo el conseller en la carta que mandó la semana pasada, aunque algunos se han dedicado a señalar la carta precisamente porque va contra ese deber de neutralidad que tienen los centros educativos. Queremos que sean las familias las que elijan y que nadie les diga qué es lo que tienen que elegir.
También ha dicho el presidente que los resultados van a ser sagrados. ¿Qué significa esto? ¿Va a poder pacificar la crispación en este tema?
Nosotros lo que creemos es que va a permitir que las familias puedan hacer la educación de sus hijos en la lengua que han elegido. Y eso, evidentemente, va a cortar un modelo que era totalmente intervencionista. De manera que, en el momento en que les demos a ellas esa potestad de elegir, concluirá la situación anterior.
Antes ya ha aludido a ello, pero, ¿puede explicar en qué sentido la ley de libertad educativa recupera el espíritu de la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià de buscar ese equilibrio, sobre todo en las primeras etapas?
Sí, la Llei d’Ús hablaba de que los escolares tenían que tender en las primeras enseñanzas a estudiar en su lengua habitual. Y, además, también decía de que con independencia de cuál fuera esa lengua inicial todos conseguirían la competencia tanto en valenciano como en castellano. Esto se ha querido desechar totalmente por parte del Botànic y también por parte de determinadas organizaciones, dado que reivindican la Llei d’Ús, pero olvidándose del artículo 19 que es el que dice precisamente esto.
¿El incumplimiento de la Llei d’üs i Ensenyament del Valencià es lo que probablemente haya creado un mayor rechazo hacia la educación en valenciano, precisamente en zonas predominantemente castellanohablantes?
Lo que tenemos que tener en cuenta es que las encuestas sobre uso social del valenciano nos dicen que el uso social de la lengua disminuyó a pesar de esta política intervencionista. Por lo tanto, no era acertada. Nosotros lo que queremos es precisamente cambiarla por otro tipo de política basada en la promoción del valenciano y en incentivos, como por ejemplo el tema de los certificados de valenciano.
Pero, ¿disminuyó a pesar de esta política intervencionista o precisamente a causa de esta política intervencionista?
Creemos que a causa y también debido a. O sea, ambas cosas.
“EL USO SOCIAL DEL VALENCIANO DISMINUYÓ A CAUSA DE LA POLÍTICA INTERVENCIONISTA”
¿Tiene la sensación de que mucha gente no reconoce como propio el modelo lingüístico incluso de la propia Acadèmia Valenciana de la Llengua?
Ahí ya tenemos una dificultad también, porque sí que es cierto que, en ocasiones, el modelo por parte del Botànic se acercaba mucho más a los cuadernos de estilo de las universidades que incluso el de la propia Acadèmia Valenciana.
Claro, el de la Acadèmia, que es la referencia normativa y legal, ¿no?
Correcto. Al final, lo que hemos ido es hacia un modelo más similar al de la Acadèmia, en este caso, y priorizando sobre todo las formas valencianas. Y de ahí también hemos aprobado nuestros criterios lingüísticos de la Administración de la Generalitat.
Y, en este sentido, ¿qué opina del modelo lingüístico de la radio y televisión pública, À Punt?
Nos gustaría también que se fuera adecuando a los criterios lingüísticos de la Administración de la Generalitat. Actualmente hemos visto alguna mejora, dados los convenios que hemos realizado con À Punt, pero consideramos que todavía queda trabajo por hacer.