Los vecinos y vecinas de Orriols han decidido volver a salir a la calle para seguir reivindicando sus derechos como barrio. El próximo 5 de octubre a las 19.00 horas, la entidad vecinal Orriols en Lucha ha organizado una manifestación con cacerolas en la calle Padre Viñas con San Juan de la Peña, en la zona cero del conflicto contra “lo que más nos preocupa, la seguridad y los pisos okupados”.
Según explican miembros de la plataforma vecinal aunque la presencia policial ha aumentado durante los últimos meses, sobre todo al inicio del mes de septiembre, el verano ha sido “muy intenso y complicado” porque han habido multitud de reyertas, robos, pelas y pintadas como han denunciado a través de sus redes sociales. “Ha habido más presencia policial y muchos controles, pero todavía estamos lejos de una normalidad” aseguran.
En este sentido, señalan que a pesar del incremento de las detenciones, los pisos como los del edificio de la avenida Constitución “sigue estando okupados y siendo narcopisos”. “No han desalojado a mucha gente, sí han habido detenciones, pero cuando salen vuelven aa los pisos okupados que no se están desmantelando”, a finales del mes de agosto hubo otro intento de ocupación en Arquitecto Tolsa, señalan.
Además, según indican desde la entidad vecinal siguiendo con su objetivo de “ocupar” espacios públicos, todos los miércoles acudirán a la Plaza de la Ermita para explicar a los vecinos y vecinas de la zona como va el barrio o que acciones futuras prepara Orriols en Lucha, entre las que está volver a realizar actividades culturales como el Ateneo Literario o pintar en la calle. Todo ello para intentar conseguir acabar con la degradación que sufre día a día el barrio.
Adiós al “agujero de la vergüenza”
Por otra parte, otra las reivindicaciones de la entidad vecinal que era acabar con el “agujero de la vergüenza” y eliminar uno de los tapones urbanísticos del barrio, está ya en marcha. Este mismo mes de septiembre se iniciaron las obras de reurbanización del PAI de Agustín Lara que supone la apertura de la calle Agustín Lara hasta la avenida Constitución, conectando también la calle Baeza para crear un nuevo tramo de calle, una zona verde de más de 850 metros cuadrados y dos parcelas de uso residencial que albergarán dos bloques de viviendas.
Las obras, que eliminarán este tapón urbanístico y un espacio degradado, cuentan con un presupuesto de aproximadamente 900.000 euros y se estima que duren unos seis meses. Del mismo modo, a finales de año también está previsto que empiecen las obras de la supermanzana Orriols, que se anunció inicialmente hace tres años.
