El vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, ha defendido que su presupuesto “modesto” de 14,06 millones de euros se debe a que su departamento se encarga de función “determinante” de coordinar todas las acciones para la reconstrucción tras la Dana. Además, ha instado al Gobierno y a la UE a movilizar todos los recursos necesarios a fondo perdido.
“Esta vicepresidencia no construye carreteras, ni repara colegios, ni edifica ambulatorios (…). Nuestra tarea es ser el sistema nervioso de un esfuerzo colectivo sin precedentes”, ha manifestado en la comisión de Presupuestos de Les Corts.
Pampols ha presentado un proyecto presupuestario de 14.069.240 euros, de los que 3,62 millones van destinados al plan de recuperación y reconstrucción y 1,02 millones al de prevención, protección y respuesta ante catástrofes. Dos planes “complementarios”, uno centrado en el presente y otro en el futuro, para “una visión integral”.
Por capítulos, la mitad de sus presupuestos (7.770.510 euros) va para gastos en bienes y servicios, donde se incluyen 3,2 millones como presupuesto ordinario para el “funcionamiento cotidiano” de la Vicepresidencia y 4,57 millones como presupuesto extraordinario Dana.
En esta partida se incluyen los 2,25 millones para la asesoría del plan de recuperación contratada a la consultora PwC. Pampols ha defendido que el trabajo de esta empresa será “clave” para identificar prioridades y generar herramientas de evaluación, además de remarcar que la comunicación del plan dependerá de la Vicepresidencia y no de este contrato.
Otros 2,32 millones irán destinados al programa de coordinación, control y seguimiento contratado a la empresa pública Tragsa, que prestará asistencia técnica especializada sobre el terreno durante 12 meses con posibilidad de prórroga. “Ambos contratos son el corazón técnico del plan», ha ilustrado.
El resto, casi seis millones, va para gastos de personal: siete altos cargos, 46 trabajadores (4 de ellos personal eventual) y 15 subdirectores adscritos de otras consellerias. Pampols ha rechazado que esta plantilla genere burocracia , sino que busca “una estrategia unificada y coherente”.
Seguidamente, ha explicado que los capítulos de gastos financieros, transferencias corrientes y fondo de contingencia tienen “asignación cero” porque no se ejecutan obras ni programas directamente, mientras el de inversiones reales cuenta con “300.000 euros dedicados exclusivamente a obras menores necesarias en las instalaciones”.
600 millones reservados por el Consell
Al margen de su presupuesto, ha destacado que se han reservado 600 millones para impulsar actuaciones prioritarias, de momento no asignados a ninguna Conselleria. Un dinero, ha subrayado, que está “preposicionado, no disperso”, y que su departamento evaluará cómo repartir.
En general, el vicepresidente ha explicado que sus cuentas se diseñaron “con austeridad” y sin partidas “superfluas”. «No estamos ante un fenómeno meteorológico más: estamos ante una emergencia de país que exige una respuesta estructural, planificada y sostenida en el tiempo”, ha recalcado, y ha reiterado que su departamento es “finalista y temporal”.
En este escenario, ha defendido que el esfuerzo de la Generalidad “no es suficiente”, por lo que ha exigido fondos extraordinarios del Gobierno y que «la Unión Europea active todos los instrumentos», como el Mecanismo ‘Restore’ que permite reprogramar fondos europeos estructurales y recursos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o del Fondo de Solidaridad. “Porque lo que no se apoya a tiempo desde Europa, termina saliendo mucho más caro y lo pagan los ciudadanos”, ha advertido.
Por parte del Consell, ha indicado que aprobó un primer crédito extraordinario de 700 millones en diciembre, mediante el endeudamiento autorizado por el Gobierno, del que se han ejecutado “casi 300 millones para las actuaciones más urgentes”. Ha negado «falta de ejecución” porque “no se trata de gastar deprisa, sino de gastar bien porque estamos hablando de deuda”.
En segundo lugar, ha recordado que este mes se aprobó otro crédito extraordinario de 2.364 millones. Según ha apuntado, las mayores partidas van para el plan de recuperación (los 600 millones todavía no asignados) y para las consellerias de Infraestructuras (499,99 millones), Hacienda (320,14 millones), y Emergencias (243,29 millones).
A lo largo de su discurso, ha defendido la colaboración público-privada para “multiplicar el impacto de cada euro invertido”, al tiempo que ha citado a pensadores o políticos como Ernest Lluch, Julio Anguita, Winston Churchill, Pepe Mujica o Adolfo Suárez.
Oposición
Por parte de la oposición, Rosa Peris (PSPV) ha tachado los presupuestos de “raquíticos y decepcionantes” y ha criticado la “externalización” del plan de recuperación y que el proyecto no hable de cambio climático. “Con 16 personas usted no arregla esto, así que nos está engañando”, le ha espetado, y ha sostenido que no tiene ni “poder” ni “autoridad” en el Consell.
Desde Compromís, Isaura Navarro le ha pedido que esté “vigilante” con los contratos adjudicados y ha lamentado que se tarde en el diagnóstico cuando los afectados tienen “un problema serio”. “La gente dice que usted ha aparecido allí con una libretita, ha apuntado cuatro cosas y se ha ido”, le ha afeado.
Por su parte, el síndic de Vox, José Mª Llanos, ha sostenido que el presupuesto de Pampols tiene “sentido” y le ha agradecido su “claridad”, si bien ha reiterado que no cree que fuera necesario crear una vicepresidencia ad hoc. Ha aprovechado para denunciar que a su grupo le ha llegado que el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) “está exigiendo ‘mordidas’ a pequeñas empresas para que paguen a peritos externos privados para agilizar los trámites”.
“Se me sigue haciendo caso”
Durante sus réplicas, Pampols ha pedido “no meter más ruido del necesario” en el debate porque puede “ahondar en la desafección”. También ha asegurado haber escuchado a todos los sectores afectados y ha prometido “transparencia absoluta” con los contratos de emergencia.
“Aquí no hay ninguna estrategia dilatoria (…). Esta conselleria no está aquí para conseguir el olvido de nadie, ni que se perdone ni que se defienda o deje de defender. Está para hacer una tarea y responder ante todos”, ha enfatizado. Y ha añadido en otro punto: “A mí la autoridad no me la ha restado nadie, se me sigue haciendo caso”.
Tras remarcar que no está “acostumbrado al lenguaje político”, ha exigido que no le “falten al respeto” ni se “rían” de él. “La política habla de responsabilidades, que se ejercen, se exigen y, cuando no se cumplen, se sancionan. Si es una conducta penal, sancionan los jueces, y si es una conducta política, los electores, pero no más”, ha argumentado.
Sobre el cambio climático, ha asegurado que “en ningún sitio” se niega y ha abogado por “construir edificios más resistentes” porque, según él, tampoco se podía prever el reciente terremoto de Birmania.
A Vox le ha indicado que no tiene conocimiento de su queja sobre el Consorcio de Seguros, pero se ha comprometido a estudiarlo, y le ha explicado que no hay mano de obra suficiente “más que para reparar 65 ascensores al día”. Por otro lado, ha lamentado que solo se ha consumido el 39% de los 92 millones de ayudas destinadas a los autónomos “porque no se han pedido”.
En materia económica, ha abogado por estar vigilante para que no haya un aumento de precios en las tareas de reconstrucción, al tiempo que ha admitido que hay “casos de personas que se van al paro porque van a trabajar en negro a la zona” y que hay empresas que no continuarán por falta de relevo generacional.