La alcaldesa de València, Maria José Catalá, ha anunciado este miércoles un plan de revisión de alcorques para limpiar todas “las malas hierbas” y repoblar estos árboles con el objetivo de llegar a 2024, cuando la ciudad ostentará el título de ‘Capital Verde Europea’ sin alcorques vacíos. “Esta ciudad no puede permitirse llegar a esa fecha señalada con alcorques vacíos o sucios. No sería propio de una ciudad que hace gala de su apuesta por lo verde”.
Así se ha pronunciado durante la visita para comprobar el estado de las obras del parque de Joan XXIII de Benicalap, que convertirán este solar en una nueva zona verde de cerca de 2.700 m2. De hecho, Catalá ha destacado la apuesta “firme y decidida” del actual equipo de gobierno de aumentar las zonas verdes de la capital del Turia porque “son la mejor carta de presentación”.
“Voy a seguir trabajando para que esta ciudad gane esos espacios verdes y mucho más amables, que doten de mayor calidad a las viviendas de todos los barrios de la ciudad no solo de los barrios del centro, también de los barrios como el de Benicalap” ha manifestado la alcaldesa.
Sobre las obras de este parque, que se reactivaron en verano, después de varias suspensiones, la dirigente ‘popular’ ha señalado que “van bastante bien” y que por tanto, en unos meses, sobre noviembre, los vecinos y vecinas de la zona podrán disfrutar de este espacio “que va a oxigenar esta zona compacta que precisa de espacios abiertos”.
Las obras de este parque de Benicalap se reactivaron en verano, después de varias suspensiones, y supondrán una inversión cercana al medio millón de euros, (427.482 euros), tal y como ha explicado la alcaldesa, que también ha mostrado su voluntad de visitar diferentes obras y “aportar sugerencias sobre cuestiones que hacen una ciudad mejor como por ejemplo las zonas de sombra o de juegos infantiles”.
El nuevo jardín de Juan XXII se plantea como un espacio para la integración de todo tipo de usuario, para todas las edades, y donde se pueda pasear y disfrutar, gracias a equipamientos útiles para el vecino, como juegos infantiles y para adultos variados, con una importante carga de vegetación y sombra.
La superficie de la actuación es de unos 2.700 m2, sobre los que crecerán unas 44 unidades arbóreas, entre ellas, moreras sin fruto, árboles del fuego, fresnos de hoja estrecha, sóforas, falsos cocoteros y un almez de porte ejemplar en la parte más alta del jardín. Asimismo, para repoblar la zona de vegetación se han elegido especies de bajo consumo hídrico y escaso mantenimiento.
