La Comunitat Valenciana se encuentra en una encrucijada histórica tras la devastadora DANA del 29 de octubre, que dejó 216 víctimas mortales y sumió a la provincia de Valencia en una profunda crisis. Esta tragedia ha evidenciado las necesidad de adaptar la infraestructura y la gestión de emergencias a la nueva realidad climática, subrayando la necesidad imperiosa de una transformación en la estrategia y estructura gubernamental. Es el momento de que el Partido Popular, bajo el liderazgo de Carlos Mazón, demuestre con acciones concretas su capacidad para adaptarse a esta nueva realidad.
La catástrofe no solo ha sido un desastre humanitario y material, sino que también ha golpeado el motor económico de la provincia. Sin un plan de acción claro, l’Horta Sud corre el riesgo de seguir el camino de Sagunto tras el cierre de Altos Hornos, quedando estancada durante décadas debido a la pérdida de su motor económico sin una estrategia adecuada de revitalización. Para evitar este destino y salvaguardar el futuro de la región, es imprescindible una reconfiguración profunda del Consell.
La necesidad de una Vicepresidencia de Recuperación y Resiliencia
Una de las primeras medidas que Carlos Mazón debe implementar es la creación de una Vicepresidencia de Recuperación y Resiliencia. Esta entidad tendría la responsabilidad de coordinar todos los esfuerzos relacionados con la reconstrucción, la gestión de fondos y la planificación a largo plazo, asegurando que la Comunitat Valenciana esté preparada para enfrentar futuros desafíos climáticos. No se trata solo de reparar los daños, sino de reconstruir con una visión de futuro que garantice la resiliencia de la Comunitat Valenciana al completo.
La Vicepresidencia de Recuperación debe enfocarse no solo en la reconstrucción física, sino también en la resiliencia social y económica. Esto implica colaborar con otras consellerias, municipios, asociaciones y la ciudadanía para diseñar un plan integral que abarque desde la mejora de infraestructuras hasta programas de apoyo psicológico para las víctimas y estrategias para reactivar el tejido económico de las zonas afectadas.
El papel de la identidad valenciana en la recuperación: una fuerza movilizadora para el futuro
La identidad valenciana ha demostrado ser un motor fundamental en la respuesta solidaria tras la reciente DANA. La movilización de miles de voluntarios, unidos por un sentido de pertenencia y orgullo compartido, ha sido un ejemplo de cómo la cohesión social puede impulsar la acción colectiva en tiempos de crisis. Esta fuerza latente en la sociedad debe ser reconocida y aprovechada por la Generalitat para fortalecer la resiliencia comunitaria y preparar a la región para futuros desafíos.
Es esencial que el nuevo Consell desarrolle políticas y programas que fomenten la identidad y el orgullo valenciano, no solo como una cuestión cultural, sino como una estrategia de cohesión y respuesta ante emergencias. La creación de una Conselleria de Identidad y Cohesión Social permitiría canalizar esta energía social, promoviendo la participación activa de la ciudadanía y potenciando la solidaridad como pilar de la recuperación y del desarrollo sostenible de la Comunitat Valenciana.
Una administración digital y ágil: el plan Simplifica
“O la nueva Generalitat es digital, o no será”. Este lema debe guiar la reorganización de la administración pública. El plan Simplifica, previamente anunciado por Carlos Mazón, debe implementarse con mayor determinación para modernizar la gestión administrativa, haciéndola más eficiente y accesible. La digitalización de procesos es esencial no solo para responder de manera más rápida y efectiva en situaciones de emergencia, sino también para garantizar que la información y los recursos lleguen a todos los rincones de la Comunitat de forma ágil y transparente. Asimismo la agilidad del músculo burocrático supondrá un activo económico que supondrá un atractivo para empresas como para evitar tener que cargar a la administración con la contratación de más funcionarios.
La digitalización completa de la Generalitat permitirá mejorar la coordinación entre diferentes departamentos y organismos, optimizar la gestión de recursos y facilitar la participación ciudadana en la toma de decisiones. Una administración que funcione de manera digital y conectada es capaz de actuar en tiempo real, algo imprescindible en contextos de emergencia climática. La implementación del plan Simplifica debe contemplar la creación de plataformas de acceso público que permitan a los ciudadanos seguir los avances de los proyectos de recuperación, presentar quejas o solicitudes, y recibir alertas y actualizaciones de manera directa.
La adaptación de las consellerias a la nueva realidad climática
La reconfiguración del Consell no puede limitarse a la creación de una nueva vicepresidencia. Cada conselleria debe adaptarse a la nueva realidad climática y al nuevo escenario social y económico que enfrenta la Comunitat Valenciana. Las consellerias de Emergencias, Educación, Comercio y Sanidad, entre otras, deben redefinir sus políticas y procesos internos para responder de manera más eficaz y anticipada a los retos que se avecinan.
- Emergencias y seguridad: La Conselleria de Justicia e Interior, cuyo desempeño ha sido cuestionado durante la crisis de la DANA, debe ser revisada y reforzada. Los protocolos de actuación deben actualizarse para asegurar una respuesta más ágil y coordinada ante desastres naturales. La incorporación de tecnología avanzada, como sistemas de predicción meteorológica y plataformas de monitoreo en tiempo real, puede ser clave para prevenir y mitigar los efectos de futuros eventos climáticos extremos.
- Educación: La Conselleria de Educación debe incluir en su currículum educativo unidades didácticas y programas que preparen a los estudiantes para una realidad en la que el cambio climático es una constante. La educación ambiental debe ser un pilar fundamental para que las futuras generaciones entiendan la importancia de la sostenibilidad y estén mejor preparadas para enfrentar los desafíos climáticos.
- Comercio y turismo: La reactivación económica tras la DANA pasa por el fortalecimiento de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Se deben fomentar políticas que apoyen la recuperación de las pymes afectadas y se debe impulsar un modelo de turismo sostenible y resiliente que no solo atraiga visitantes, sino que también contribuya a la protección del entorno natural.
- Sanidad: La Conselleria de Sanidad debe adaptarse a la nueva realidad con un enfoque preventivo que contemple los posibles impactos de desastres naturales en la salud pública. Esto incluye desde la preparación para posibles brotes de enfermedades derivadas de inundaciones hasta la creación de unidades móviles de atención que puedan desplegarse rápidamente en áreas afectadas.
La financiación como caballo de batalla de recuperación
Uno de los puntos más críticos para la reconstrucción de la Comunitat Valenciana es la financiación. No solo se trata de la falta de recursos autonómicos, sino también de la carencia y el retraso en infraestructuras nacionales esenciales. La falta de inversiones por parte del Estado, como las necesarias para la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha puesto en jaque la capacidad de la Generalitat para responder adecuadamente a desastres de gran magnitud. Sin una financiación justa y una colaboración más estrecha con el Gobierno central, la Comunitat Valenciana podría ver comprometido su poder como la tercera comunidad autónoma de España en términos de economía e influencia.
Carlos Mazón debe utilizar su comparecencia en Les Corts no solo para responder a las críticas, sino para exigir al Estado un compromiso claro y sostenido en la inversión de infraestructuras y en la financiación de proyectos clave. La gestión de la crisis por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha sido un tema polémico y fundamental. Según la información del artículo de Actualidad Valencia, la CHJ emitió advertencias sobre el desbordamiento del barranco del Poyo horas antes de que se reuniera el Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrada), subrayando la falta de coordinación y la lentitud en la reacción de la Generalitat.
La Generalitat insiste en que la CHJ debe aclarar por qué no se enviaron advertencias continuas durante un periodo crítico entre las 16:13 y las 18:43 horas, tiempo en el que se registraron eventos climáticos importantes en las cabeceras del Poyo en Chiva y Riba-roja del Túria. Aunque la CHJ defendió que envió cerca de 200 correos electrónicos a lo largo del día, la falta de una respuesta contundente y unificada expuso las deficiencias en la gestión de las emergencias y la necesidad de mejorar la coordinación interinstitucional.
Este incidente ilustra cómo la falta de una infraestructura eficiente y de mecanismos de alerta temprana adecuados puede convertir una situación crítica en una tragedia de grandes proporciones. Por ello, la Vicepresidencia de Recuperación y Resiliencia y la revisión de los protocolos de comunicación y coordinación entre la Generalitat, la CHJ y otras entidades estatales son imprescindibles. Además, se deben establecer líneas de comunicación más directas y rápidas que garanticen que la información fluya adecuadamente y en tiempo real a los centros de toma de decisiones.
Mazón y el nuevo Consell: un punto de inflexión
La comparecencia de Carlos Mazón en Les Corts es más que un ejercicio político; es una prueba decisiva para su liderazgo y para el futuro de su administración. Con la mirada puesta en una reconfiguración del Consell, Mazón tiene la oportunidad de demostrar que ha aprendido de los errores cometidos durante la gestión de la DANA y que está dispuesto a liderar un plan de acción robusto y ambicioso que integre medidas inmediatas y estrategias a largo plazo. Esta reestructuración no solo debe abordar las competencias de Salomé Pradas, titular de Justicia e Interior, y el equipo de emergencias, sino también reconfigurar la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, cuya titularidad ha sido objeto de críticas por errores de comunicación y falta de empatía.
Un consell más técnico y especializado no solo es una necesidad, sino una respuesta lógica ante la magnitud de la crisis. La incorporación de expertos en gestión de desastres, planificación estratégica y desarrollo de infraestructuras resilientes fortalecería la capacidad de la Generalitat para actuar eficazmente. Esta reestructuración, acompañada de una estrategia de comunicación transparente y proactiva, debe ir de la mano con la implementación del plan Simplifica para garantizar la agilidad en la toma de decisiones y en la respuesta ante futuras crisis.
La cohesión social como pilar de la reconstrucción
La respuesta solidaria de la ciudadanía durante la DANA es un recordatorio del potencial de la Comunitat Valenciana cuando se enfrenta a la adversidad. Las olas de voluntarios que se movilizaron para ayudar a sus vecinos y reconstruir sus comunidades son un testimonio del sentido de identidad y cohesión social que caracteriza a la región. Este espíritu debe ser fomentado y canalizado a través de programas de voluntariado y políticas de participación comunitaria lideradas por la Generalitat.
Una propuesta relevante podría ser la creación de una Conselleria de Identidad y Cohesión Social que se encargue de promover y fortalecer estos lazos comunitarios, asegurando que la identidad valenciana se convierta en un motor para la resiliencia y la recuperación. Esta conselleria no solo trabajaría en la promoción cultural y la cohesión, sino que también sería un punto de apoyo en situaciones de crisis, organizando y potenciando el voluntariado y la colaboración ciudadana.
Un nuevo rumbo para la Comunitat Valenciana
La Comunitat Valenciana está en un punto crítico que requiere un cambio de rumbo claro y decidido. Carlos Mazón y su equipo tienen la oportunidad de convertir esta crisis en un punto de partida para la modernización y el fortalecimiento de la Generalitat. La creación de una Vicepresidencia de Recuperación y Resiliencia, la implementación del plan Simplifica para lograr una digitalización total de la administración, y la adaptación de todas las consellerias a la nueva realidad climática son pasos esenciales para asegurar que la región no solo se recupere, sino que esté mejor preparada para el futuro.
Un nuevo consell, con un enfoque técnico y adaptado a las exigencias del siglo XXI, es la clave para garantizar que la Comunitat Valenciana no solo sobreviva a los desafíos climáticos y sociales que enfrenta, sino que prospere con un modelo de gobernanza que inspire confianza, eficiencia y cohesión social.