El pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado este martes, con los votos de PP y Vox, el presupuesto municipal para 2024 que asciende a las 1.116 millones de euros, un 7,11% más que en 2023, y se centra en cuatro áreas: seguridad, limpieza, sostenibilidad y vivienda. Las primeras cuentas de Maria José Catalá al frente del consistorio que no han estado exentas de criticas de los partidos de la oposición, Compromís y PSPV, que las han tachado de “sectarias” y de “incumplir las reglas de gasto”.
En este sentido, la portavoz del grupo socialista, Sandra Gómez, ha calificado el presupuesto de “irresponsable, vacío, continuista y sectario” y ha criticado que no incluye ninguna inversión nueva: “¿dónde están sus promesas electorales señora Catalá?”, se ha preguntado la dirigente socialistas que también ha lamentado que eliminen las ayudas a los sindicatos para el pacto de Empleo o a 54 entidades como Fisabio, Ayuda contra la contra la Drogadicción o el Teléfono de la Esperanza por “considerarlas de extrema izquierda” mientras dejan otras a entidades como lo Rat Penat.
“Crece la deuda consolidada en 37,3 millones de euros y usan las empresas públicas como alfombra para esconderlo; incumple la regla de gasto que les va a llevar a un plan de ajuste; sube la deuda, por primera vez, en 11 años; no tiene presupuestado todo su gasto corriente y le deja sin margen para inversiones propias” ha lamentado Gómez, que también ha alertado que ello puede llevar a que el Ministerio de Hacienda vuelva a pedir un “plan de ajuste” con recortes, pese a elaborar las cuentas “en la mejor situación económica del Ayuntamiento posible y con unos ingresos excepcionales de 80 millones del Gobierno y 46 de fondos Next Generation”.
En la misma línea se ha expresado el portavoz de Compromís, Joan Ribó, en su último día al frente de la portavocía del grupo, que ha considerado que el presupuesto “carece de base documental” y son “insostenibles en el tiempo”, por ello los ha tildado de “sectarios” y de “milagro” al basarse “en la confianza de las transferencias pendientes del denostado Gobierno” y de los fondos europeos. Asimismo, ha lamentado que la bajada de impuesto “solo beneficie a los que tienen un piso” y que la deuda no baje como se ha hecho durante estos años y ha indicado que se “tardaría 95 años” en asumir el montante total.
La concejala de la formación valencianista, Eva Coscollà, también ha desgranado la parte de gastos y ha indicado que los presupuesto “es continuista y carece de inversiones nuevas” que vienen de la “la herencia de Ribó, que ha sido muy buena”. “No hay proyectos nuevos” ha afirmado.
“Una cifra récord”
Por su parte, la primera teniente de alcalde y concejala de Hacienda y Presupuestos, María José Ferrer San Segundo, ha defendido que “se trata de una cifra récord para cumplir con los compromisos con la ciudadanía que, además, contempla la mayor rebaja fiscal de la historia del Ayuntamiento y, todo ello, con un presupuesto sin recortes, que amortiza deuda y responde a las necesidades de la ciudad”.
“Ya no pueden negar la evidencia, con nosotros el alivio fiscal va ayudar al 99 % valencianos y valencianas porque ahora la ciudadanía va a recibir lo que es suyo y que anticipó al Estado hace 2 años a través de la crueldad fiscal”, ha manifestado la concejala, que también ha puesto en valor que está rebaja fiscal de 70 millones, beneficiará a “700.000 tributantes, de los que 400.000 son viviendas, a muchos comercios, 33.000 oficinas, 700 hosteleros y familias numerosas”.
Del mismo modo ha criticado la “herencia” y la “irresponsabilidad” del anterior equipo municipal y ha señado que al llegar al gobierno se encontraron con “una ciudad paralizada y un grado de ejecución del 12 % con solo 41 millones de euros ejecutados en inversiones de los 340 millones disponibles”. “Nos va a tocar hacer lo que ustedes no han hecho, pero no ejecutaremos sus políticas porque todos los distritos han dado la confianza al programa del PP” ha asegurado la dirigente ‘popular’ que también ha asegurado que “se ha bajado el endeudamiento en 7 millones“.
De otra parte, el portavoz de Vox, Juanma Bádenas, ha afirmado que “se tratan de unas cuentas que no están ideologizadas ni son supremacistas” a diferencia de los presupuestos del anterior gobierno que se dedicó a “regar a las llamadas izquierdas indefinidas, construir chiringuitos y a hacer políticas moralizantes ideologizadas”.
