Clínicas veterinarias a lo largo de toda la Comunitat Valenciana está previsto que se sumen este martes 11 de febrero al paro convocado a las 11 de la mañana. El motivo: un Real Decreto que según argumentan quienes se oponen, limita las competencias de estos profesionales y marca unas pautas que, aseguran «puede poner en riesgo la vida de sus pacientes», al aplicar el denominado sistema Presvet.
Como explican en redes sociales y en la difusión que han hecho a través de distintos medios, la limitación a la hora de recetar ciertos antibióticos y la obligatoriedad de cumplir una cadencia determinada son algunas de las medidas que consideran inaceptables.
Según apuntan sus escritos: «Los veterinarios estamos muy preocupados y movilizados en contra el RD 666/2023. ¿Por qué?
🐾 Antepone una legislación peregrina a la salud de tu animal, socabando nuestro criterio clínico y obligando a recetar un antibiótico a veces menos eficaz de lo que tu animal necesita.
🐾 Nos carga de burocracia excesiva e innecesaria que redunda en poder dedicar menos tiempo a visitar a nuestros pacientes.
🐾 Por todo esto, el martes 11 de febrero a las 11:00h todos los veterinarios del país haremos un cierre simbólico de 1h».
Como el Colegio Oficial de Veterinarios de València, muchas otras entidades colegiales y cientos de profesionales se prevé que secunden este paro. De hecho, en la web de la entidad ya explicaban en un comunicado su postura, sus razones y sobre todo, lo que suponía la implantación del conocido como sistema Presvet:
«La reciente implementación del sistema Presvet, que regula el uso de antibóticos en veterinaria, ha generado un profundo malestar entre los profesionales del sector. Desde el Colegio de Veterinarios de Valencia queremos mostrar nuestro apoyo a todos los colegiados, conscientes de que esta normativa supone un retroceso para la profesión, dificultando la labor clínica y afectando tanto a los pacientes como a sus tutores. Estamos trabajando para trasladar estas preocupaciones a las autoridades competentes y buscar soluciones que protejan la salud y el bienestar animal.«
«Desde el ICOVV, queremos abordar una preocupación que nos afecta profundamente como colectivo profesional: la reciente implementación de la normativa que regula el uso de antibóticos en veterinaria a través del sistema Presvet. El colegio trabaja en este asunto desde que se publicó dicha normativa y queremos transmitiros nuestra total comprensión y apoyo ante el malestar que esta nueva legislación está generando.
Somos plenamente conscientes de que esta normativa supone una carga burocrática muy elevada para nuestra profesión, que creemos no compensa los beneficios que se puedan obtener en la reducción de consumo de antibióticos en animales de compañía, afectando tanto a los profesionales, como a los pacientes y sus tutores. Como veterinarios, siempre hemos sido los primeros interesados en garantizar un uso responsable de los medicamentos, especialmente los antibóticos, por su impacto en la salud pública y en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. Sin embargo, la normativa actual no solo dificulta el cumplimiento de esta responsabilidad, sino que entorpece nuestro ejercicio clínico y pone en riesgo la calidad de la atención que ofrecemos.
Entre los numerosos conflictos que surgen con esta normativa, destacan:
- La desproporcionada carga administrativa, que incrementa la burocracia en detrimento de nuestra labor clínica.
- La imposibilidad de reflejar en la receta datos distintos al código de identificación, en caso que el responsable del animal no lo tenga correctamente identificado.
- Las desmesuradas sanciones por la falta de comunicación de los antimicrobianos, que recoge la normativa.
- La falta de confianza en el criterio profesional veterinario para ejercer su trabajo y ser garante del uso racional de medicamentos.
Estos son solo algunos ejemplos de los numerosos desafíos operativos y éticos que enfrentamos a raíz de esta legislación», concluye el comunicado de este Colegio Profesional.